Seguramente alguna vez tu pequeño comenzó a gritar en medio de la noche y al ir a su habitación lo encontraste llorando y un poco confuso. Si has vivido esto junto con tu pequeño, es muy probable que haya pasado por un episodio de terror nocturno. No todas las mamás saben reconocer los terrores nocturnos, por eso, hoy queremos contarles qué son y cómo calmar a los niños luego de semejante susto.
Cómo reconocer un episodio de terror nocturno infantil

Los terrores nocturnos no son iguales a las pesadillas
Algunas personas confunden terrores nocturnos con pesadillas, pero no son lo mismo. ¿En qué se diferencian? Luego de tener una pesadilla, el niño despierta y es capaz de recordar qué lo asustó mientras que después de un episodio de terror nocturno, el niño despierta pero no recuerda qué originó el susto. Otra diferencia es que las pesadillas ocurren en el estado más profundo del sueño mientras que los terrores nocturnos se presentan cuando el niño está entredormido.
¿Qué hacer ante un episodio de terror nocturno?
Es muy angustiante para las mamás y los papás el ver a nuestro pequeño en ese estado de confusión que generan los episodios de terror nocturno. Pese a ellos, para calmar a nuestro hijo tenemos primero que calmarnos nosotros y tener presentes algunas cosas:
Un episodio de terror nocturno puede durar entre dos y cinco minutos, y es probable que nuestro pequeño no pueda despertar fácilmente.

Para calmar a nuestro pequeño, lo primero que debemos hacer es intentar despertarlo, y si está muy alterado es conveniente que lo saquemos de la habitación.
Tenerlo en brazos, hablarle con dulzura y decirle que no tiene de qué temer, pueden ayudar a que se tranquilice. En unos 20 minutos tal vez pueda volver a la cama.
La mayoría de los niños que sufren de este trastorno del sueño suelen olvidar lo que sucedió durante la noche.
¿Cómo evitar los terrores nocturnos?
La mejor forma de evitar los terrores nocturnos en los niños es limitando el uso de aparatos electrónicos durante la noche, además de crear un buen ambiente para dormir. Antes de acostarse podemos leerte un cuento, o darle un masaje para que se sienta mucho más tranquilo a la hora de dormir.
Tomar una siesta en medio de la tarde también le puede ayudar a estar más a la hora de dormir.
Los terrores nocturnos son distintos a las pesadillas, ayuda a tu pequeño a descansar y sentirse tranquilo a la hora de dormir. Y para que veas que no estás sola, conoce la experiencia de una mamá con un hijo de 2 años al que los terrores nocturnos lo asaltan en la noche.








