Tu hijo está suspendiendo materias escolares porque su rendimiento académico no es el adecuado y tú te enfadas con él. Pero montar en cólera no es la solución en absoluto para que tu hijo entienda que debe estudiar. Simplemente verá que te has enfadado mucho, pero él seguirá pensando que no es para tanto (aunque sí lo sea).
Cómo reaccionar cuando un hijo suspende materias escolares

Hoy quiero hablarte sobre cómo reaccionar cuando tu hijo suspende materias escolares y cómo ayudarlo a mejorar su rendimiento escolar. Hablar de forma calmada y pausada es la mejor manera para comenzar por el buen camino.
Respira hondo y escucha
Intentas que tu hijo entienda lo importante que es la educación, lo imprescindible que es que tenga una cultura básica para poder acceder a estudios superiores y que de ese modo pueda encontrar lo que realmente le gusta hacer para desarrollarse como un adulto excepcional. Está bien, pero debes pensar que tu hijo vive el presente y no piensa qué pasará en diez años. Por lo tanto, tu hijo debe aprender a dar importancia a los quehaceres diarios que tiene ahora, no a los que todavía no tiene.
Antes de acusarle, recriminarle o decirle a tu hijo que no sabe nada de la vida (¡esto es un gran error!) es mejor que le preguntes qué le ha pasado para sacar malas notas en la escuela. Hazle sentir que serás una madre comprensiva si es que algo le ha sucedido para que no le vaya bien en los estudios.
Pídele que te diga toda la verdad para que pueda haber una buena comunicación y confianza. Intenta saber todos los detalles utilizando tus habilidades de escucha y comprensión. Tal vez sea porque no estudia las lecciones correctas, porque está teniendo problemas con sus compañeros de clase, o por algún otro motivo que tú desconoces. Al hablar con tu hijo, trata de no enfadarte y si lo haces, intenta controlar tu mal humor.

Cómo saber si te dice la verdad
Cuando un hijo suspende y no lo esperaba porque se ha esforzado, es probable que sienta miedo de contarte que le ha ido mal porque él mismo ya se siente decepcionado con el resultado. Es posible que decida mentir para protegerse de posibles represalias, pero no por mentirte sino por miedo a las posibles consecuencias que tendrá después de haber suspendido.
Al hablar con tu hijo trata de identificar alguna posible mentira con la que pueda ocultar el verdadero motivo por el que le va mal en la escuela. No acabes la conversación ni bien escuches palabras tales como "se me olvidó estudiar" o "no me cae bien el profesor". La verdadera razón puede ser otra.
Tu reacción debe ser tranquila, con una actitud de búsqueda de soluciones y de consecuencias para la próxima vez que suceda. Deja que tu hijo participe en la elección de consecuencias por si hay una próxima vez.
Luego de escuchar el motivo por el que a tu hijo no le va bien en la escuela, pueden pensar junto de qué forma mejorar sus calificaciones. Es importante que le ayudes a ver posibles soluciones, que todo tiene un arreglo, y que las cosas serían más fáciles si hubiera pedido ayuda antes.
Es muy importante que tu hijo sienta tu apoyo y que no reciba una sanción, ten en cuenta que el sistema educativo ya lo ha sancionado.
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Si te muestras como una madre comprensiva, tu hijo seguramente abra su corazón contigo y te diga qué es lo que le está pasando con la escuela y juntos puedan encontrar una solución para mejorar las calificaciones.
María José Roldán tiene una diplomatura como Maestra de Educación Especial (Pedagogía Terapéutica) cursada en la Universidad de Barcelona, España, en la Facultad de Formación del Profesorado. Además, es licenciada en Psicopedagogía por la UOC (Universidad Abierta de Cataluña, España). Desde el 2008 trabaja en contacto con el sector educativo y brinda asesoramiento individual a padres y madres.









