Cuando nuestros hijos son bebés es lógico que no conozcan el don de la paciencia; casi al instante complacemos sus demandas con devota dedicación, por lo menos en mi casa siempre fue así, ya que soy de las mamás que piensan que los bebés lloran porque nos necesitan, no por capricho.
Cómo enseñarles a los niños a ser pacientes

Pero a medida que crecen es importante inculcarles la paciencia a los niños, porque la espera también forma parte de la vida, así como las mujeres esperamos nueve meses para por fín tenerlos en nuestros brazos y mecerlos con las nanas soñadas, así nuestros pequeños deberán aprender que los "turnos" existen, turnos para hablar y turnos para satisfacer sus necesidades.
Si eres mamá de un pequeño impaciente, no pierdas la paciencia y sigue leyendo algunas sugerencias para enseñar a los niños a ser pacientes.
Enseñarles que deben esperar si estás ocupada
Será que los niños vienen con un "alerta de madres ocupadas", o porque simplemente es su naturaleza, la mayoría de las veces necesitan de tu ayuda cuando tú estás superada por las obligaciones o cuando estás atendiendo una llamada urgente del trabajo.
Enseñarles que esperen a que te desocupes es enseñarles a controlar los impulsos y es un ingrediente importante para la comunicación y la resolución de conflictos en el futuro.
Tiempo para resolver problemas y tomar decisiones
Permíteles reflexionar sobre las cosas; si notas que no está seguro con respecto a algo, dale tiempo para que piense en lo que quiere hacer de verdad.
Establecer límites de acuerdo a la edad
Esto se puede volver complicado cuando tienes pequeños con algunos años de diferencia de edad, porque el más pequeño siempre querrá imitar a su hermano mayor y no es posible permitirles vivir las mismas cosas. Si les enseñamos que cada etapa tiene sus descubrimientos y desafíos maravillosos que deben ser disfrutados, mirarán el futuro con más optimismo, sin perder el presente.
No desesperes si en este camino que has elegido de enseñarle a tu pequeño a ser paciente, debes enfrentarte a algunas rabietas. Es lógico que así sea, además de un buen síntoma, porque quiere decir que estás en el camino correcto.
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