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Cómo enseñar a los hijos a saber perder

¿Alguna vez tu hijo ha afrontado mal el perder en algún juego? ¿Se enfada, llora, grita después de perder en algún tipo de juego? Es habitual que los niños cuando son pequeños sean competitivos y no sepan tolerar adecuadamente la frustración que conlleva el perder ante un juego.

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Es muy importante que los niños aprendan que no siempre van a ganar ante la vida, pero igual de importante es aprender a perder, como a ganar adecuadamente. Si tu hijo no sabe perder jamás podrá ser un buen competidor, porque ser competitivo significa saber ganar y saber perder. En esta entrega, te contamos cómo enseñarle a los hijos a saber perder.

La importancia de saber perder

Es normal que los niños quieran conseguir a toda costa lo que quieren y ser el centro de atención y por eso la frustración ante algo que no pueden obtener no se lleva muy bien.

Es posible que tu hijo quiera decidir a qué jugar, cómo y quiénes serán sus compañeros de actividad y si no consigue lo que quiere puede enfadarse bastante. Por ello se le debe enseñar que para que pueda disfrutar del juego con amigos unas veces se pierde y otras se gana y que si no sabe perder puede que sus amigos no quieran jugar con él.

Si tu hijo tiene gran obsesión por ser siempre el primero puede que sienta inseguridad, ya que ganando sentirá que es el mejor. Pensando que no hay nadie mejor que él, de esta manera esconde la inseguridad que siente, ya sea física, social e incluso, intelectual.

Imagen Thinkstock

Tips para enseñarle a un hijo a saber perder

Cuando llore porque quiera algo no se lo des para que se calle, establece unos límites claros de forma diaria para que se acostumbre a que las negativas existen y hay que asumirlas, de este modo no se enfadará cuando tenga negativas en otros contextos. Veamos algunas maneras de enseñarle a un hijo a perder:

  • Con el ejemplo. Enséñale con tu ejemplo que lo importante es participar.
  • Si gana debe aprender y no humillar ni dejar en ridículo a quien ha perdido. No debe hacer a los demás lo que no le gustaría que le hicieran a él.
  • Cuando compartas juegos con él, deja que gane, pero también que pierda.
  • Hazle entender que si siempre se enfada al perder, lo más probable que los amigos no quieran jugar con él. Déjale claro que sus contrincantes no son enemigos, son compañeros de juego.
  • No permitas que se enfade, grite o monte un escándalo, ten normas y reglas muy claras y si se comporta así no le dejes compartir el juego hasta que se calme.
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Ya verás que con tu ejemplo y poco a poco, tu hijo irá aprendiendo a aceptar la frustración del perder.

María José Roldán tiene una diplomatura como Maestra de Educación Especial (Pedagogía Terapéutica) cursada en la Universidad de Barcelona (España) en la Facultad de Formación del Profesorado. Además, es licenciada en Psicopedagogía por la UOC (Universidad Abierta de Cataluña, España). Desde el 2008, trabaja en contacto con el sector educativo y brinda asesoramiento individual a padres y madres.