La hora de ir a la cama es una materia que a los padres nos cuesta rendir con un diez sobresaliente. Cuando son bebés, que entiendan la rutina para que se queden plácidamente dormidos en su cuna, suele ser agotadora. Yo todavía recuerdo leer una y otra noche el libro Duérmete, niño, mientras arrastraba mis ojeras por toda la casa, ya que mi hija mayor no durmió la noche entera hasta los tres años, y el único consuelo que yo tenía era el ejercicio que hacía subiendo y bajando las escaleras una y otra vez.
¿Cómo ayudar a los niños que tienen pesadillas?

Luego, viene la etapa en la que deben entender que para poder cumplir con sus obligaciones escolares, deben acostarse temprano. Y para eso, apelamos a cantarles sus canciones preferidas, leerles cuentos y buscarles sus peluches preferidos.
Pero las pesadillas en los niños... Eso es otro tema. No depende ni de la buena voluntad de tu pequeño ni de su obediencia. Simplemente, las sufren y atentan contra su buen descanso. Hoy te contamos cómo ayudar a los niños que tienen pesadillas.
¿Qué hacer si un niño tiene una pesadilla?
Aunque estemos profundamente dormidos, los padres dormimos con un oído despierto y alerta para saltar de la cama ante el mínimo llamado de nuestros hijos. Si tu hijo tiene una pesadilla y se despierta gritando y angustiado, acude a él tranquilamente. Lo que menos debes trasmitirle a tu pequeño en ese momento es enojo, frustración o impaciencia; muéstrate sereno y háblale dulcemente. Abrázalo y escúchalo si quiere contarte qué fue lo que lo hizo despertarse tan angustiado.
Si le cuesta volver a dormirse, permanece a su lado, y si aún está muy asustado, puedes leerle un cuento o ofrecerle escuchar música relajante juntos. Trata de que imagine otro final posible para su sueño; esto le permitirá desarrollar confianza en sí mismo y aumentar su autoestima, ya que se dará cuenta que puede dominar sus temores.

¿Cómo prevenir las pesadillas en niños?
Trata de que llegue a la cama con una rutina que lo ayude a relajarse: un buen baño de inmersión, la lectura de un cuento y un buen abrazo puede ser un puntapie inicial fantástico. Durante el día siguiente a la noche en la que tuvo la pesadilla, trata de hablar con tu hijo acerca de lo que soñó, para ver si el miedo que se manifestó en la pesadilla tiene que ver con alguna preocupación del momento.
Pon especial atención a las películas o a los programas de televisión, incluso los videojuegos, que pueda estar disfrutando, porque algunas veces pueden contener algún tipo de violencia que a tu pequeño le esté afectando. Por último, si observas que las pesadillas persisten y ya has agotado todos los caminos para ayudarlo, puedes consultar con su pediatra de cabecera.
Cuéntanos, en EntrePadres cómo ayudas a tu hijo con sus pesadillas.









