Lifestyle

¿Castigos o consecuencias para educar mejor?

¿Has conseguido alguna vez erradicar del todo una conducta indeseada de tu hijo a través de un castigo? ¿O quizá sólo has conseguido que tu hijo se sintiera confundido por ser agraviado con esa imposición sin entenderlo? Quizá también conseguiste que tu hijo, castigado, sintiese rencor hacia ti, por no entender qué ocurre, y lo que es peor, por no ser comprendido.

PUBLICIDAD

¿Para qué sirven realmente los castigos?

Cuando castigas a tu hijo, enfocas tu frustración por no saber responder a la situación por una vía más diplomática, quiriendo acabar la situación que estresa cuanto antes sin pensar a largo plazo. Esto hará que tu hijo se quede en el problema, y además se sentirá mal por no entender claramente qué ocurre y por qué es castigado.

Proyectará la culpa en ti o en quien le haya castigado, guardando rencor y comportándose de la misma forma en situaciones futuras por no haber resuelto el problema adecuadamente, y en consecuencia, por no haber aprendido cuál es el camino correcto.

Para educar mejor: las consecuencias

Las consecuencias en la educación del niño, en lugar de los castigos, harán que tu hijo forme parte de la solución y no del problema. De este modo, podrá asimilar su error, anticipará lo que ocurrirá si vuelve a actuar de esa forma y por tanto, podrá actuar en consecuencia y decidir cambiar su comportamiento por uno adecuado. 

Para que sepa cuál es el comportamiento adecuado le debes guiar y explicar qué se espera de él en según que situaciones. Así podrá desarrollar una buena autoestima, autodisciplina y generar un criterio propio para afrontar la situaciones con su propia toma de decisiones, mejorando el concepto de sí mismo. 

No confundir al niño

No confundas castigar a un niño sin hablar sobre qué ha ocurrido, que hablar con él, identificar qué le ocurre, entenderle, buscar una solución juntos y unas consecuencias para la próxima vez que suceda una situación parecida.

PUBLICIDAD

De este modo, podrá anticipar la situación y podrá decidir cómo comportarse. Con el castigo, no entenderá que ocurre, pensará que estás siendo injusto con él y sólo generará rencor en su interior.

Cada familia es un mundo, pero a veces se necesita un poco de orientación para poner ciertos límites a nuestros hijos, y si has llegado hasta este artículo es porque o te interesa la educación o crees que puede ir bien a tu hijo para educarle.

Entonces, ¿Qué crees que es mejor para su educación y buen desarrollo? ¿Los castigos o las consecuencias?