El biberón es una alternativa a la lactancia materna muy utilizada por las mamás, ya sea por la búsqueda de practicidad, falta de producción de leche o la falta de tiempo debido al trabajo. Sin embargo, su uso ha sido severamente desalentado por estudios médicos y profesionales que han descubierto que el biberón puede causar más daño al bebé de lo que imaginábamos.
Casi todos los bebés lo usan, pero este objeto puede causar caries y deformidad en los dientes
Por:Univision
¿Por qué no un biberón?
La Iniciativa Hospital Amigo de UNICEF y la OMS informó que los bebés no deben ser alimentados con biberón por una serie de razones que implican desde problemas de dicción hasta la posibilidad de contraer enfermedades infecciosas.
Destete precoz
El bebé nace con el reflejo de aspirar y deglutir y desarrolla un movimiento correcto de succión de la leche que le permite saciar su apetito por completo. Con el uso del biberón, el bebé adquiere un vicio en una manija inadecuada y traga de forma pasiva el alimento.
Esto hace que el recién nacido sea destetado de forma precoz. Lo que, además de causar insatisfacción del bebé durante intentos de lactancia materna, causa fisuras y dolor en los senos de la madre.
El destete precoz aún obstaculiza la formación y protección inmunológica del bebé, por lo que queda propenso a infecciones bacterianas.
Caries
Las caries son la condición más común que puede dañar los dientes de leche de los niños menores de 4 años. Se produce debido a algunos factores, como:
Ingestión de líquidos azucarados o fermentables, tales como leche, fórmulas de harina, jugo de frutas, agua de coco, jugos de soja, entre otros líquidos endulzados o no (excepto el agua), varias veces al día o por la noche, durante el descanso.
Ausencia de higiene bucal y del biberón de forma adecuada.
Boquillas de biberón endulzadas con miel o azúcar para facilitar el agarre del bebé.
Se piensa que, por ser dientes temporales, los dientes de leche no necesitan de cuidado. No obstante, la preservación de los dientes que van a acompañar a tu hijo hasta los 10 o 12 años es importante para evitar graves problemas en el futuro, que pueden incluso tornarse permanentes.
Hábitos orales viciosos y deformidades
Imagen Thinkstock
Junia Maria Cheib Serra Negra, odontóloga pediátrica de la Universidad Federal de Minas Gerais, realizó una maestría sobre « la lactancia materna, hábitos orales nocivos y deformidades: ¿hay una asociación?». Y encontró que los niños que no eran alimentados desarrollaron hábitos orales viciosos.
Investigó las prácticas orales de 357 niños de 3 a 5 años, en 4 escuelas de clases sociales diferentes en Bello Horizonte. Con esa investigación constató que el 62 % de los niños que tenían respiración bucal (condición que favorece alergias y amigdalitis) tomaron biberones por más de 1 año y los niños con malos hábitos orales presentaron 4 veces más riesgo de desarrollar mordida cruzada.
Además, los estudios publicados en la revista CEFAC demostraron que el uso del biberón también influye en problemas como el trastorno temporomandibular, lo que provoca un fuerte dolor en la mandíbula y la cabeza, además de dificultades en el desarrollo del habla.
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