Compartir tiempo con nuestros hijos nos hizo aprender lecciones de vida valiosísimas. La infancia es el momento más auténtico de nuestra vida, lo que más nos preocupa es divertirnos en todo momento y reír sin parar. Cuando crecemos, olvidamos muchas cosas que hemos aprendido de pequeños, y allí es cuando llegan nuestros hijos para enseñarnos a siempre recordar y mantener ese niño que tenemos dentro.
7 lecciones de vida que aprendimos de nuestros niños
Por:Univision
Los más pequeños de la familia nos han enseñado estas valiosas lecciones. ¡Entérate cuáles son!
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#7 Soñar, siempre
Los sueños de la infancia son a veces útopicos, pero eramos felices cuando los soñábamos. Yo quería vivir en Nueva York y tener mi propia editorial de una revista de moda, ¡vaya que eran esperanzadores mis sueños! De grande, descubrí que a veces no todos los sueños se pueden lograr, pero nos dan esa pizca de alegría, de esperanza y de fuerza que todos necesitamos tener.
Persiguiendo los sueños más útopicos se pueden llegar a metas realmente inimaginables para nosotros, metas que cambian y enriquecen nuestra vida. Los niños no paran de soñar, y nos enseñan que siempre es necesario hacerlo. Sin importar cuán difícil o qué tan extraño sea el sueño... siempre hay que soñar.
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#6 Valentía
Ellos no tienen miedo a ser humillados, simplemente quieren disfrutar y hacer lo que más les gusta. Bailar frente a todos sus amigos del colegio, cantar, jugar al fútbol y también a las muñecas.
Quizá ellos aún no han experimentado algún fracaso, alguna caída. Pero así es como hay que vivir, sin tener miedo a tropezar, siendo VALIENTE, arriesgándote y no teniendo miedo al qué dirán.
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#5 Expresar los sentimientos
Guardar las emociones para uno mismo puede ser muy negativo, incluso puede llegar a enfermarnos. Pero en el mundo de los grandes es muy difícil expresar todos nuestros sentimientos. A veces creemos que es mejor guardarlos allí para que estén siempre con nosotros.
Ellos, los más pequeños, adoran compartir sus sentimientos. Si están enojados, te lo harán saber. Si están felices, también. Y si están tristes o decepcionados, encontrarán la manera de expresarte su malestar.
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#4 Ser honesto
Los niños son siempre honestos. Si no quieren jugar contigo, te lo dirán. Quizá a veces la HONESTIDAD nos cierre algunas puertas, pero nos abrirá muchísimas más. Porque una persona honesta, exenta de mentiras, es una persona en la que vale la pena confiar.
La honestidad es una característica muy especial y con gran valor, siempre y cuando se mantenga el respeto al expresar lo que se cree.
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#3 Ser el héroe de tu propia vida
Los más pequeños adoran contar historias. Historias de superhéroes, protagonizadas por ellos mismos. Pero no solo son los héroes de esos cuentos, también son los héroes de sus propias vidas.
Confían en ellos, en sus poderes y en su potencial. ¡Confía tú también!
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#2 Reír todos los días
No hay momento en el que no escuches la risa de un niño. Ellos ríen, disfrutan de cada minuto. Reír hace bien, nos alegra el alma. ¡No olvides reír, al menos una vez por día!
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#1 Amar las cicatrices
¿Cuántas veces un niño te ha mostrado sus cicatrices? Ellos no están felices por el dolor, ellos están felices porque disfrutaron, vivieron. Y vivir también se trata de eso: disfrutar, caerse y tener el valor suficiente para levantarte y seguir disfrutando.
Las cicatrices demuestran que vivimos la vida a pleno, y por eso los niños las aman tanto.
¿ Qué lecciones te han enseñado tus niños? Aprendamos de ellos y sobre todo disfrutemos cada minuto que pasa.
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