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10 señales de que un niño no está bien después del divorcio

Cuando los padres toman la decisión de un divorcio, los tiempos que se vendrán no serán sencillos. Todas las rutinas familiares cambian; los niños tienen que adaptarse a la convivencia con sus padres en casas separadas, estableciendo nuevos vínculos y rutinas. Incluso, los padres deben adaptarse a los nuevos tiempos, realizando el duelo de la relación que se acabó, para poder reconstruir su vida a partir de ese momento.

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Aunque la mayoría de los niños se adapta a la nueva situación, lógicamente respetando los tiempos razonables y habiéndolos contenido adecuadamente, hay algunos que no y pueden necesitar ayuda extra. Estas son algunas señales de que un niño no está bien después del divorcio de sus padres.

Consecuencias del divorcio en niños

El tiempo ha pasado desde tu divorcio y las cicatrices empiezan a cerrarse, lentamente. Pero, notas que tu pequeño, o no tanto, no está del todo bien, y te sientes preocupada.

Si notas que tu hijo:

  1. Tiene problemas para dormir.
  2. Tiene una actitud desafiante y de oposición prácticamente las 24 horas del día.
  3. Tiene un discurso o gestos agresivos.
  4. Se muestra lloroso o emocionalmente inestable, cambiando sus estados de ánimo permanentemente y sin explicación.
  5. Deja de pasar tiempo con sus amigos de siempre, y en su lugar, tiene amistades nuevas, que a tí te parecen sospechosas.
  6. Abandona sus actividades extracurriculares que antes tanto disfrutaba.
  7. Permanece encerrado en su habitación, casi todo el tiempo mientras está en tu casa.
  8. Sus calificaciones escolares bajan repentinamente.
  9. Tiene mala conducta en la escuela.
  10. Participa en actividades que pueden poner en riesgo su salud.

Si alguno de estas señales detectas en tu hijo, es hora de intervenir y pedir asesoramiento profesional. Un cambio de vida tan importante como un divorcio trae acarreado caos y estrés, y a muchos niños puede costarle más trabajo poder hallarse en su nueva vida. Hay algo que los niños nunca deben perder de vista, y es que más allá de que sus padres se divorcien y ya no puedan convivir más juntos, estarán siempre para él, unidos en su crianza y amándolo como siempre.

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