Tu cuerpo cambia: 3 transformaciones que debes empezar a ver con buenos ojos

El cuerpo humano no se toma un descanso jamás (tan solo imagina si lo hiciera...). Cuando no está digiriendo lo que acabamos de comer, se encuentra deshaciéndose de las toxinas, recuperándose del esfuerzo del último entrenamiento, o simplemente inhalando y exhalando.

Son procesos que ocurren en el organismo sin que nosotros ni siquiera lo notemos, a menos que fallen, claro: entonces es cuando sí tomamos conciencia de ellos. Otra manera en que a veces podemos darnos cuenta de estos procesos biológicos es prestando atención al aspecto que toma nuestro cuerpo y a cómo nos sentimos.

A veces nos dejamos engañar y creemos que en un solo día podemos haber subido hasta 2 ó 3 kilos, pero descuida, puede tratarse de una reacción natural del cuerpo.

Lee a continuación cuáles pueden ser esos cambios que se producen en tu cuerpo en solo unas horas y pueden cambiar su aspecto sutilmente:

Retención de líquidos

Cuando te despertaste te sentías muy muy liviana y la imagen del espejo te gustó. Por fin las horas en el gimnasio empiezan a mostrarse y te sientes más poderosa que nunca por haber mantenido una alimentación sana y equilibrada durante toda la semana.

Pero cuando llegas a casa, a la noche, después de una deliciosa cena donde definitivamente sí te excediste (pero de esto se trata el equilibrio, ¿no?), la imagen que te devuelve el espejo no te complace tanto como hoy a la mañana.

Antes de dejar que la culpa se apodere de ti, recuerda: < >. El proceso que está atravesando tu cuerpo es la retención de agua, y más si bebiste alcohol y comiste una cantidad sustancial de carbohidratos y sal.  

El período

Todas sabemos que cuando llega ese momento del mes, tenemos que prepararnos. Nuestro cuerpo no solo retiene líquidos, sino que el tamaño de los pechos cambia, los procesos digestivos se alteran, nos sentimos fatigadas, no hay una zona de nuestro cuerpo que no nos duela y podemos llegar a llorar con el comentario más simple que nos hagan.

Lamentablemente, a las mujeres se les ha enseñado que tienen que condenar y detestar estos días del mes y soportarlos como puedan con la ayuda de pastillas para aliviar el dolor.

Por si fuera poco, a veces en estos días permitimos que nuestra mente nos gane y también nos sentimos culpables por la hinchazón y también por satisfacer nuestra enorme necesidad de comer todo lo que más nos gusta.

Pero debes tenerte paciencia: respetar los ciclos naturales de tu cuerpo es una parte fundamental de amarte a ti misma.

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La digestión

Vivimos un engaño de que los estómagos siempre pueden estar "planos", pero esta es una gran mentira que algunas cuentas de Instagram nos quieren hacer creer. A menos que un estómago esté muy deshidratado y vacío, es imposible que esté plano. Además, la hinchazón va fluctuando durante el día, dependiendo de la hora y los procesos que esté realizando el cuerpo. Hay alimentos que dan lugar a la hinchazón, determinadas intolerancias alimenticias también pueden provocar que el estómago cobre más volumen, entre otros factores que inciden. 

Pero lo que es esencial tener en cuenta es que si de noche nuestro estómago no está < > como estaba a la mañana, hay muchísimas razones que no tienen nada que ver con nuestro peso.

Como ves, hay muchos motivos propiamente biológicos y físicos que influyen en el peso del cuerpo durante el día pero que no significan que de hecho hayamos subido de peso.

Lamentablemente, las falsas concepciones de hoy en día nos hacen frustrarnos y fijan ideas distorsionadas en nuestras cabezas. Es importante que ignoremos todo este tipo de ideales y disfrutemos de nuestros cuerpos sin ser tan estrictos.

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