¡Ningún alimento es malo!
¡Transforma tu relación con la comida así! Tu vida (y tu peso) cambiará por completo...

El ser humano es omnívoro por naturaleza, lo que significa que su organismo tiene la capacidad de procesar todas las sustancias orgánicas.
No obstante, muchas personas -pensando que se hacen un bien a sí mismas- adoptan dietas extremas y restringen el consumo de algunos tipos de alimentos.
Déjame decirte que todos los extremos son malos y que lo ideal es nutrir a tu organismo en la diversidad y equilibrio. Así que...
Come de todo con moderación

Mi nutricionista siempre me recomienda que lo mejor es no quedarse con las ganas y comer algo "culposo" de vez en cuando.
Claro, es importante que te midas y no exageres en la cantidad para evitar esa sensación tan fea de desearlo y no poder obtenerlo.
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Escucha a tu cuerpo

Si te sientes culpable cuando acudes a algún alimento más calórico, déjame decirte que no deberías preocuparte tanto. En todo caso, procura escuchar a tu cuerpo siempre.
No te va a hacer daño tomar un helado de vez en cuando o comer una galleta, hacer dieta no debe ser sinónimo de prohibición sino de bienestar.
No utilices los alimentos como premios

¡No eres un perro! Se supone que la comida no debe ser un premio, sino un medio para nutrirte.
Nuestra propuesta es que cambies de perspectiva: de ahora en más, en lugar de centrarte tanto en las calorías, préstale más atención a la tabla nutricional de lo que luego te llevarás a la boca.
De este modo, comenzarás a ser más consciente de tus necesidades y, por supuesto, te conocerás mucho más.
La grasa no es toda perjudicial

No todas las grasas son perjudiciales: existen diferentes tipos que puedes consumir sin problemas y que además son imprescindibles para lograr un estado físico óptimo.
¿Sabes a cuáles me estoy refiriendo? A las que se encuentran en los frutos secos, el aceite de oliva, la palta y el pescado (sobre todo el salmón y el atún).
¿Entonces? Esta es nuestra invitación: replantear tu relación con los alimentos, siguiendo estas pautas. Abraza la diversidad y guíate por la moderación; con la ayuda de estas dos grandes aliadas podrás al fin disfrutar de un peso mucho más saludable y ¡de una mejor calidad de vida!







