Todos estamos familiarizados con la llamada "comida rápida", o " fast food" cuyos principales, y más conocidos componentes son: las hamburguesas y pizzas.
Slow Food: para alimentarse con calma

Los horarios de los distintos componentes de la familia hacen que sea muy difícil coincidir para almorzar o cenar todos juntos, y para dedicarle el tiempo necesario a cada una de las comidas.
El estrés, y la falta de tiempo junto con los alimentos poco saludables hacen que nuestros hábitos de consumo sean muy malos.
Y una actividad tan placentera como debería ser comer, se convierte en un verdadero problema.
Es por eso que ante los malos cambios que han sufrido nuestras costumbres alimenticias nace un movimiento internacional como respuesta a la comida rápida, este movimiento se llama: Slow Food.

Como su traducción lo indica estamos hablando de comer lento, de cambiar los hábitos de consumo.
El movimiento nació en 1989 como respuesta a vida rápida que se lleva, uno de sus principales objetivos es mejorar nuestra calidad de vida.
Para lograrlo hacen especial énfasis en comer y beber mejor, haciendo de la comida un acto de cultura.
Para Slow Food la alimentación tiene que ser buena, limpia y justa. Los alimentos deben ser producidos sin dañar a las especies, ni a los animales . Es comida preparada de la forma más natural posible, respetando los procesos naturales.
Se asocia con la eco-gastronomía, donde la producción artesanal, la pequeña agricultura, las técnicas artesanales de pesca, y la ganadería biológica, es lo principal.
El objetivo del movimiento Slow Food es lograr hábitos de consumo que permitan degustar de un plato de la forma más natural posible.
Vía | puntovital.cl







