Lifestyle

Si te gustó el video de la pacarana (no rata) bañándose, hay algo que debes saber sobre tu personalidad

Hace unos días, un video en Internet causó gran revuelo. Se trata de un simpático roedor que parece estar bañándose. Lo primero que se aclaró es que no se trata de una rata -como muchos creían-, si no de una especie llamada pacarana o paca. Además, el animal nativo de Sudamérica no está tomando una agradable ducha, está tratando de quitarse el jabón que alguien le puso.

PUBLICIDAD

No se sabe si la persona que le enjabonó lo hizo por molestarla (¡esperemos que no!) o tenía la intención de mantenerla limpia y saludable, además de obtener un interesante video, pues los movimientos de la pacarana son muy llamativos y graciosos.

Aunque muchos de nosotros no conocíamos a los Dinomys branickii (nombre científico de la paca) en algunos países del sur del continente sí son muy comunes, por ejemplo en Perú. En esa región también se les conoce como guagua con rabo y posible verlos tanto en su hábitat natural, como rodeados de personas.

Debido a que están en peligro de extinción, muchos habitantes se preocupan por cuidarlos y ayudar a su reproducción, pues los consideran un animal muy querido y representativo de la fauna sudamericana.

Sin embargo, algunas personas van más allá y les ponen ropa, accesorios y les dan utensilios para que los ocupen con sus pequeñas y hábiles patitas. Estas imágenes provocan ternura, asombro o molestia en quienes las ven. ¿Por qué nos empeñamos en que los animales se vean como nosotros? ¿Por qué insistimos en que se comporten a nuestra semejanza?

Son animales, no personas

El proceso de ‘humanizar’ a otros seres vivos obedece al antropomorfismo, es decir, la tendencia de las personas a ubicar condiciones humanas en donde realmente no las hay. En pocas palabras, imaginamos que la patas de un roedor se parecen a nuestras manos o que un hurón puede -y quiere- usar un suéter.

Algunas personas llevan esta práctica al extremo con sus animales de compañía (perros, gatos, etc.) y los visten con chamarras, gorros y hasta botas, sin importar que esto pueda resultar incómodo para las mascotas. Además, está comprobado que los animales se estresan y sufren pérdida de identidad cuando se les trata como seres humanos y no como la especie que son.

PUBLICIDAD

No obstante, hay individuos que humanizan a los animales no como un intento de mostrarles cariño, si no para su propio beneficio. Tal es el caso de aquellos que los disfrazan y los instruyen para hacer trucos y pedir dinero. Es decir, los obligan a realizar actividades que no son propias de la naturaleza, con tal de obtener ganancias.

Este tipo de antropomorfismo obedece a una necesidad de dominar y someter a seres más débiles, los cuales se muestran indefensos ante nosotros. En cierto sentido, humanizar también es una manera de cosificar a un ser vivo, priorizando nuestros deseos sobre la naturaleza del mismo y forzándolo a comportarse de una manera para la que no está preparado.

También te puede interesar: ¿Por qué los hombres despiertan con una erección? No tiene nada que ver con la excitación