Según la ciencia, estos hábitos podrían hacer que mueras más joven

“Recuerda que algún día vas a morir” es una frase que cuando somos jóvenes, lejos de aterrarnos, se convierte en el combustible más poderoso para nuestra motivación y nuestro esfuerzo de perseguir todos nuestros sueños y metas.

Y aunque todos sabemos que no viviremos para siempre, desconocemos cuánto tiempo nos queda. Las probabilidades de morir atropellados o en un terremoto son muy bajas, pero lo que sí podría terminar matándonos (o salvándonos) es nuestro estilo de vida.

¿El tuyo te estará matando o salvando? Compruébalo a continuación:

No te tomas tu trabajo en serio

El estrés que provoca el trabajo es muy dañino para la salud, pero también puede ser perjudicial el mínimo o nulo esfuerzo en donde trabajas. Una investigación que conformó el Proyecto Longevidad llevado a cabo en la Universidad de California encontró que aquellas personas que estaban más comprometidas y eran más productivas a lo largo de su vida tenían tendencia a vivir más años.

Así que si quieres disfrutar más tiempo en este mundo, asegúrate de encontrar algo que vaya más allá de tu cuenta bancaria, algo que te apasione y te gratifique todos los días.

Te sientas todo el día

Un estudio publicado en el American Journal de Epidemiología comprobó que las personas que permanecen sentadas por 10 horas o más, poseen telómeros más cortos. Los telómeros son capas que protegen los extremos de los cromosomas y que se acorten produce que las células envejezcan más rápido.

No es necesario que estés todo el día en marcha ni que te castigues con rutinas de ejercicio: realizar caminatas diarias puede ser un excelente camino para contrarrestar los efectos negativos del sedentarismo.

Poca fuerza y debilidad

Si tienes dificultad para levantar bolsas del supermercado u objetos livianos que tus amigos sí pueden, esta es una alerta de que tu masa muscular no es suficientemente alta. Esto no solo aumenta tu vulnerabilidad a caídas y daños que pueden afectar mucho tu salud, sino que también significa que posees demasiada grasa abdominal.

Según muchos especialistas, este tipo de grasa es muy peligrosa y predispone a cualquier persona joven a sufrir enfermedades cardiovasculares y otras condiciones médicas graves.

No posees un título universitario

Tal vez las vueltas de la vida no te permitieron estudiar en la universidad, pero tarde o temprano es recomendable que sí lo hagas. Esto se debe a que, según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, los profesionales tienden a vivir al menos 9 años más que las que nunca terminaron la secundaria.

Esto se explica porque las personas con más conocimiento general saben mejor cómo proteger su salud y prevenir enfermedades.

Almuerzas y cenas siempre de una caja

Si con la excusa de que eres joven todavía te alimentas a base de pizza congelada y paquetes de patatas fritas, es probable que estés poniendo en riesgo tu longevidad. Una mala alimentación aumenta tus chances de sufrir obesidad, pone en riesgo la salud de tu corazón y eleva las posibilidades de que desarrolles diabetes y algunos tipos de cáncer.

Por su parte, las personas que mantienen una alimentación saludable reducen un 25 % su riesgo de morir a una edad temprana. Si sustituyes esos alimentos procesados con sabor a plástico por vegetales, proteínas magras, carbohidratos integrales y frutos secos, sin lugar a dudas estarás alargando tu vida.

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Fumas

No es necesario aclarar por qué el cigarrillo aumenta tus probabilidades de morir joven, pero siempre es bueno saber cuánto puede afectar tu salud y los años de vida que te está robando. Según muchos estudios, se estima que en mujeres la reducción de vida podría ser de 9 años y en hombres de 10.

Dónde vives

Algunos estudios comprobaron que la ciudad donde vives puede tener incidencia en tu longevidad, ya que algunos sitios están mucho más contaminados que otros y eso puede tener un impacto dañino en la salud. Según estimaciones, vivir en Ciudad de México puede reducir hasta medio año de vida como consecuencia de la exposición a gases tóxicos por tanto tiempo.

Alcohol en exceso

Se ha comprobado que el consumo moderado de alcohol puede incluso contribuir con tu longevidad. Pero si se bebe más de lo necesario, terminará teniendo el efecto contrario, ya que aumenta tu riesgo de desarrollar enfermedades tales como la cirrosis, el cáncer de hígado, y en mujeres, el cáncer de mama.

Antecedentes

Este es el único aspecto sobre tu longevidad que no puedes controlar, porque está comprobado que los genes influyen un 25 % en la longevidad de una persona. Pero la buena noticia es que un restante 75 % depende pura y exclusivamente de ti. Así que no tienes que temerle a tus antecedentes en absoluto.

Ahora bien, nuestra probabilidad de morir es del 100 % y todos los tenemos asumido. Pero lo que muchas veces perdemos de vista es que en cierta medida podemos determinar cuándo sucederá a través de nuestro estilo de vida. En otras palabras: las elecciones que haces todos los días sobre qué comer, si ir al gimnasio o no, si fumar un cigarrillo o no, y si beber otra copa de vino o no, podrían influir en cuánto tiempo más vivirás.

¿Te salvarás con tu estilo de vida o no? ¡La decisión es tuya!

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