Nunca es muy temprano: los jóvenes también tienen que protegerse de estas enfermedades

A los 20 ó 25 años todavía nos creemos inmortales. No nos preocupamos por hacernos chequeos médicos regulares, los reyes de nuestra pirámide alimenticia son la comida chatarra y las galletas procesadas y el ejercicio máximo que realizamos es la corrida para alcanzar el bus.

Pero esta edad (o por qué no antes) representa un buen momento de la vida para comenzar a tomar conciencia sobre nuestra salud y hacer todo lo posible por protegerla (¡sin obsesionarse!). Especialmente porque algunas enfermedades que pensamos que solo aparecen a los 60 ó 70, a veces pueden presentarse unas dos o tres décadas antes.

Las razones a veces pueden ser justamente la falta de prevención y la detección tardía. Por eso, es mejor que estés al tanto de cómo podrías comenzar a cuidarte hoy para vivir mejor mañana:

Cáncer de piel

La edad para prevenirlo es ahora, ya que el daño es acumulativo y cuantos más años sacrifiques por ese “bronceado perfecto” mayor será el riesgo.

Por eso, la mejor decisión que puedes tomar en este asunto es priorizar tu bienestar; si piensas exponerte al sol, hazlo con protección y en las horas recomendadas.

Osteoporosis

Si bien esta condición por lo general aparece a los 65 o más adelante, hay casos en que se desarrolla a los 50 o un poco antes. Por eso es importante cuidar la salud de los huesos desde una edad temprana, principalmente a través del ejercicio y una buena alimentación. Si durante nuestra juventud fumamos y tomamos alcohol en exceso, es probable que eso repercuta en la salud de nuestros huesos más adelante y corramos un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis.

Muchos expertos afirman que evitar las gaseosas con alto contenido de ácido fosfórico también es importante porque éste puede remover el calcio de los huesos y debilitarlos.

Derrame cerebral

No es común en personas jóvenes sufrir derrames cerebrales, pero en excepciones pueden ocurrir. Uno de los mayores enemigos para prevenir este problema es el cigarrillo, que duplica el riesgo. Si fumas durante tu juventud, es probable que tarde o temprano pagues las consecuencias.

Otros factores que aumentan el riesgo son la presión sanguínea alta, la diabetes, la obesidad y el colesterol alto. Por eso, cualquiera de esos factores debería tratarse y prevenirse desde una edad temprana para evitar consecuencias más graves.

Si bien la genética se lleva su parte, también incide muchísimo el estilo de vida que cada persona lleve, principalmente su alimentación, los niveles de estrés a los que se exponga y la regularidad con que se ejercite.

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Cáncer de mama

La edad más común en que se puede detectar este tipo de cáncer en mujeres es a los 45 o más adelante, pero no es imposible que se desarrolle a los 20 ó 30 en algunos casos. Lo más importante para prevenir esta enfermedad es realizar controles con frecuencia, mantener una alimentación sana y reducir o eliminar el consumo de alcohol.

Los factores genéticos pueden influir pero no son los principales.

Enfermedad de Graves

Esta enfermedad autoinmune puede ser común en jóvenes y provoca que la glándula tiroides produzca un exceso de hormonas, lo que afecta el metabolismo. Las personas jóvenes que la padecen sufren de ansiedad, dificultad para concentrarse, fatiga, insomnio, debilidad de los músculos y un latido irregular.

Diabetes tipo 2

La diabetes tipo 2 es una enfermedad que cada vez aparece con más frecuencia en la población joven. La razón principal de esto es que descuidan por completo su alimentación y mantienen una vida sedentaria, dos aspectos esenciales para prevenir esta enfermedad. La mayoría de personas a la hora de su diagnóstico tienen sobrepeso lo que favorece enormemente el desarrollo de la enfermedad.

Protegerse de ella no tiene ningún misterio: el combo alimentación sana + ejercicio regular será suficiente (y controles médicos, claro).

Ahora bien, estas recomendaciones no son para que te conviertas en una persona hipocondríaca. Son consejos que debes en tener en cuenta para disfrutar de una mejor calidad de vida y aprovechar cada etapa de la vida como te lo mereces.

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