¿Qué hago ante una depresión severa?

“Una de las razones por las que la depresión reina entre los ricos y los famosos es que muchos de ellos creyeron que esas cosas les darían felicidad”. Las palabras del neurocirujano y escritor Benjamin Carson son bien claras: la depresión surge de una percepción distorsionada de la felicidad.

Para volver a ver la vida en colores, entonces, es necesario reconceptualizar la “felicidad”. Esto representa un GRAN desafío, pero está lejos de ser imposible. La clave del éxito yace en ir paso a paso...

#1 Rodéate de gente positiva

El aislamiento y la soledad no te salvarán de la depresión –más bien todo lo contrario–. Por tanto, no dejes que la vergüenza o el agotamiento te ganen la partida: comunícate con un ser querido.  Idea algún plan con tus amigos o familiares, no evites las reuniones sociales y únete a un grupo de apoyo. Hablar con personas que se encuentran en tu misma situación te hará sentir mucho mejor.

#2 Desafía a tus pensamientos negativos

La depresión es como un velo gris que opaca todos los aspectos de tu vida: tu autopercepción, las situaciones que atraviesas, tus expectativas para el futuro... Ahora bien, para rasgar este velo no bastará con “pensar en positivo”. El secreto está en sustituir los pensamientos negativos por otros más equilibrados. Así, no seas tan duro contigo mismo; a fin de cuentas, en la imperfección se esconde el crecimiento.

Por otro lado, lleva un registro de tus pensamientos negativos. Cada vez que uno cruce tu mente, anótalo tanto a él como a su causa. Después, cuando estés en un mejor humor, analiza lo que escribiste. Pregúntate: ¿la situación ameritaba tanto negativismo? ¿Es posible verla desde otra perspectiva?

#3 Cuídate

Ya sabes lo que dicen: “cuerpo sano, mente sana”. Así que descansa 8 horas todas las noches, deja que los rayos del sol te acaricien durante al menos 15 minutos diarios, RELÁJATE y no permitas que se te pase un día sin haberte dedicado a una actividad que en verdad disfrutes: escuchar música, escribir, pintar, leer... ¡Tú eliges!

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#4 Haz ejercicio

Ya se ha comprobado que el ejercicio es una de las herramientas más poderosas para combatir la depresión. En este sentido, se sabe que la actividad física regular es tan efectiva como cualquier antidepresivo, en tanto eleva los niveles de energía y disminuye los de fatiga y estrés. Entonces, elige las escaleras en vez del ascensor, sal a caminar con tu perro, muévete mientras hablas por teléfono... ¡Todo suma! Lo ideal es que llegues a los 30 minutos de actividad a diario.

#5 Aliméntate bien

Esto no es ninguna novedad: lo que entra por tu boca tiene un impacto directo sobre cómo te sientes. Por este motivo, es vital que hagas las 4 comidas diarias e incrementes tu ingesta de proteínas magras, carbohidratos complejos, frutas y verduras. Al mismo tiempo, trata de limitar el consumo de aquellas sustancias que tienen un efecto adverso sobre tu cerebro, como la cafeína, el alcohol, el azúcar y las grasas trans y saturadas.

Con calma y tolerancia, sigue estos pasos. Ellos te conducirán a un nuevo camino y te permitirán descubrir la certeza que se esconde en las palabras de Benjamin Carson: “Lo que en verdad nos da felicidad es tener un motivo para vivir, sentir PASIÓN por algo...”.