El Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una de las afecciones más comunes y más investigadas de la infancia en todo el mundo; sin embargo, sigue siendo uno de las más ampliamente incomprendidas, sobre todo cuando se trata de adultos con TDAH.
¿Puedo tener déficit atencional siendo adulto?

El Dr Molokashe Molokomme, psiquiatra de la Akeso Crescent Clinic en Johannesburgo, explica los avatares de TDAH en la edad adulta.
¿Por qué el TDAH en adultos a menudo no recibe tratamiento?
Al hablar sobre el TDAH, la mayoría de personas se imaginan a un niño de seis años de edad corriendo por el aula mientras sus compañeros se sientan tranquilos en sus escritorios. Casi nadie retrata al colega de trabajo sentado junto a ellos: la chica del escritorio desordenado, que llega tarde, no puede realizar un seguimiento de citas o tareas, y salta cada media hora para buscar otra taza de café. Sí, ella podría ser desorganizada. Pero también podría estar sufriendo de TDAH en adultos.
"No todos los niños que son diagnosticados con TDAH seguirán sufriendo de este trastorno en la edad adulta, pero todos los adultos con TDAH sin duda tenían la condición de niños, pero probablemente nunca fueron diagnosticados o tratados", afirma el Dr Molokomme.
Podría ser que los síntomas eran demasiado leves en la infancia para plantear cualquier preocupación, o tal vez fue mal diagnosticado o no diagnosticados en absoluto, y el niño fue simplemente reconocido como "difícil". Cualquiera sea la razón, si no se diagnostica y no se trata, el TDAH puede impactar severamente en la vida adulta.

El 4% de los adultos podría tener TDAH
Si bien las estadísticas locales son difíciles de conseguir, las cifras de Estados Unidos sostienen que el 60% de los niños diagnosticados con TDAH continúan sufriendo de este trastorno en la edad adulta. Esto se traduce en un total de 4% de la población adulta; una cifra que el Dr. Molokomme cree probablemente sea válida para la población de Sudáfrica también.
"La percepción general es que el TDAH es un trastorno de la infancia, por lo que cuando los adultos presentan un comportamiento que es típico de esta condición, tienden a ser etiquetados como vagos, o impaciente e impulsivos; y esa es a menudo la explicación que se da por su bajo rendimiento, tanto social como profesional ", explica el Dr. Molokomme.
Los síntomas de TDAH en adultos
Otra razón por la que el TDAH en adultos está tan mal entendido es que se presenta de manera diferente en los adultos que en los niños.
El TDAH en adultos interrumpe las llamadas "funciones ejecutivas" del cerebro, tales como el juicio, la toma de decisiones, la iniciativa, la memoria y la capacidad de realizar tareas complejas. Esto se manifiesta en comportamientos tales como la incapacidad para permanecer realizando una tarea o asumir tareas que requieren concentración sostenida, olvidar citas, retrasarse habitualmente, y pobres habilidades de escucha, a menudo caracterizadas por una compulsión a terminar las frases de otras personas, o interrumpir a alguien mientras está hablando.
Estos rasgos de comportamiento a menudo crean caos, tanto a nivel personal como profesional, que a su vez puede conducir a la aparición de ansiedad y trastornos del humor, depresión, comportamiento antisocial e incluso el abuso de sustancias.
El Dr. Molokomme explica que estas cuestiones secundarias son otra razón por la cual el trastorno es rara vez diagnosticado en la edad adulta, ya que a menudo actúan como una máscara para el trastorno real. Pero en el lado positivo, son estas cuestiones las que llevan a los adultos con TDAH a la oficina del psiquiatra.
"El TDAH es un trastorno tratable y manejable, siempre y cuando se diagnostique correctamente. Como con demasiadas condiciones psiquiátricas, a menudo es el estigma de la condición lo que presenta más dificultades que la condición en sí. Si más padres buscaran tratamiento para sus hijos a una edad temprana, menos adultos sufrirían más tarde en la vida", concluye Molokomme.
Ahora que sabes que es posible tener déficit atencional siendo adulto, podrás analizar si tú o alguien que conoces poseen los síntomas relacionados y buscar ayuda profesional si así lo deseas.








