¿Las empresas cambian sus patrones de contratación?

Muchos medios comienzan a hablar del " fin de la titulitis", una era en la que, al menos en ciertos países, la opción de poder desempeñar tu talento en una empresa pasaba por el filtro del título universitario, un elemento por otra parte aún totalmente válido y recomendable a la hora de sumergirse en el competitivo mercado laboral.

Y es que durante los últimos años, y especialmente gracias a las redes sociales o las herramientas para poder descubrir a nuevos talentos, las empresas han cambiado sus patrones de contratación a la hora de encontrar a nuevos talentos. 

El beneficio de la exposición

Alguien estudió una carrera de arquitectura para terminar dándose cuenta de que se le daba muy bien escribir sobre cocina marroquí. Un licenciado en ciencias ambientales comenzó un proyecto en Internet que le permitió ser un as en marketing online y nuevas tecnologías. Y como ellos, otros miles de ejemplos.

Sí, resulta curioso comprobar que en la era de Internet, personas con sueños fijados cambian sus objetivos por obra y gracia del destino debido a las muchas oportunidades que ofrece Internet para convertir lo que en un principio era afición en un empleo. Y lo mejor de todo, que puede demostrarlo in situ gracias a un blog, un portafolio o el perfil de una red social.

Por otra parte, las empresas tecnológicas han comenzado a aplicar un reclutamiento de nuevos talentos en los que la contratación no pasa por recursos humanos ni las pilas de currículums, sino por propios responsables que invitan a un futuro empleado a sentarse en la oficina y teclear en un ordenador a fin de demostrar cuánto sabe de programación. Esta tendencia, de la cual las empresas IT se han convertido en punteras, comenzó en Silicon Valley y ya alcanza parte del sector informático en todo el mundo. 

Las empresas no buscan los títulos con tanto ahínco como antaño ni tampoco presentaciones saturadas de palabras como "motivación", "trabajo duro", "responsable" o "experto". De hecho, LinkedIn ya se encargó hace unos meses de incluir las 10 palabras menos recomendables a incluir en un curriculum vitae. Pero, ¿por qué no ibas a poder avanzar dejando constancia de tales valores a esa empresa? Porque la gente quiere ejemplos y experiencias. 

Al responsable de RRHH de una empresa ya no le interesa tanto que tengas un título en periodismo, sino ver tus trabajos, los artículos que has realizado, los premios o un blog competente cargado de suscriptores para dar el visto bueno.

A su vez, las empresas comienzan a valorar logros alternativos como son los voluntariados, la impartición de talleres o la publicación de libros, hechos que confirman que esa persona, más allá de sus muchos títulos, demuestra su capacidad para fomentar el trabajo en equipo, el interés por causas a resolver o la creatividad necesaria en la empresa interesada. 

Las tornas han girado e Internet se ha convertido en el perfecto escaparate para nuevos talentos que ya no tienen por qué escoltarse tras unas líneas, un título o palabras épicas, no. Mejor hacerlo tras un portafolio, un artículo, un enlace al proyecto en el que colaboraste o a una experiencia que demuestre que, realmente, estás hecho para ese trabajo. 

En definitiva, las empresas cambian sus patrones de contratación al focalizar su búsqueda en talentos demostrables más allá de cartas de presentación, títulos o discursos alentadores vacíos de contenidos y hechos. Y tú, ¿qué opinas de esta nueva tendencia?

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