La siesta en el trabajo es un ritual ya adoptado en los países orientales como China o Japón. Estos dos países son los gigantes de la industria y ofrecen sus servicios a una gran parte del mercado económico mundial. La presión que pesa sobre los empleados, el ritmo impuesto que cae sobre ellos es tal que el estrés llega a asumir el control de sus vidas.
¿La siesta en el trabajo nos hace más productivos?

Luego de constatar que la falta de descanso por parte de los empleados tiene una consecuencia directa en la desaceleración de la tasa de producción, muchos empresarios han decidido permitir la siesta en el trabajo. Algunos incluso la han introducido en los convenios colectivos: la siesta se convierte en algo institucional, porque según ellos, cabeza y cuerpo descansado producen más.

En efecto, realizar un descanso equivaldría a dejar el lugar de trabajo más tarde. Además, sería tal vez mejor llevar a cabo investigaciones internas específicas en cada empresa, con relación a su actividad, y ver qué consecuencias tendría.
La siesta en el trabajo: una opción a considerar
No debe ser categórico sobre este tema, porque la situación difiere de una empresa a otra. Como regla general, son empresas, grupos industriales, compañías de seguros, los líderes de grandes grupos, entre otros, los que se ven afectados por esta cuestión. El personal de estas empresas debe tener en cuenta el hecho de que nuestro cuerpo está equipado con un reloj interno.
Desde la infancia está programado para dormir siesta, en particular alrededor de las 14 horas. Incluso cuando se crece, el hábito persiste y cada individuo es "víctima" de una cierta disminución de la atención en ese momento del día. Por lo tanto, la idea de realizar una pequeña siesta no es nada descabellada.

La siesta es una opción que se debe considerar para aumentar la productividad, porque ayuda a mantener la atención, disminuir el estrés y el cansancio. Estos hechos están científicamente probados. Está claro que 20 minutos de descanso equivale a 2 horas de actividad diaria.
En resumen, dormir la siesta no es sólo algo que compete a los países mediterráneos o de clima cálido. Se abre así una cuestión que las grandes empresas deben considerar, pero sobre todo, se trata de una cuestión de salud general para el organismo.









