En muchas culturas, la menstruación fue considerada por mucho tiempo una maldición, lo que generó tabúes y mitos que pasaron de generación en generación y que todavía ponen en riesgo la salud de las mujeres. Sin embargo, estas falsas creencias no podrían estar más alejadas de la realidad, ya que el período es, de hecho, lo mejor que le puede pasar al cerebro.
La regla no es una maldición absoluta: estudio confirma que beneficia al cerebro de las mujeres en dos sentidos

Menstruación: «un mal» que hace muy bien

Muchas mujeres viven su período como si se tratara de un mal irremediable que las convierte en una versión desmejorada de ellas mismas durante esos días del mes, a causa de los malestares, cólicos, cambios de humor y la sensación de cansancio y fatiga. Pero lo cierto es que la menstruación también afecta a nuestro cerebro de forma positiva.
Cómo la menstruación cambia al cerebro

La menstruación, además de funcionar como un indicador de buena salud, afecta las capacidades psicológicas y mentales de las mujeres durante cada mes, de acuerdo a un estudio realizado por el Centro de Investigación de Gerontología en Baltimore.
La investigación, encabezado por la psicóloga Pauline Maki, estudió la manera en que los niveles de estrógeno afectaban a las mujeres a lo largo de un mes, por lo que las analizaban justo después del periodo (cuando los niveles de estrógeno y progesterona están bajos) y una semana después de la ovulación (cuando las hormonas están en sus niveles más altos).

¿El resultado? En los días en que las mujeres tenían más hormonas femeninas en su sistema, empeoraba su habilidad para ubicarse espacialmente. Cuando los niveles hormonales bajaban, su capacidad para ubicarse volvía a ser como antes.
Sin embargo, cuando las hormonas femeninas estaban elevadas, mejoraban sus capacidades comunicativas, junto a la capacidad para recordar. Pauline Maki explicó a BBC que considera que estos cambios son motivados principalmente por el estrógeno.
Cómo las hormonas afectan las regiones del cerebro

De acuerdo a la investigación, el estrógeno afecta dos regiones del cerebro: el hipocampo y la amígdala.
El hipocampo es esencial para las habilidades sociales, ya que recordar tus propias experiencias te permite entender los comportamientos de otras personas, y de acuerdo al estudio, esta región se hace más grande cada mes, cuando las hormonas femeninas están circulando.
La amígdala ayuda a procesar las emociones, especialmente aquellas que se relacionan con el miedo y la decisión de pelear o de huir, por lo que la capacidad de las mujeres para reconocer el miedo se incrementa durante la menstruación junto con sus niveles de estrógeno.
De esta manera, la investigación asegura que existe una relación entre las hormonas femeninas y el hecho de qué las mujeres tengan mejores habilidades sociales y comunicativas y una mayor capacidad de empatía.









