La llamativa razón por la que olvidas la mayoría de las películas que has visto
Piensa en una película o un libro que te haya gustado mucho, ¿recuerdas bien la trama? Los detalles se escapan, pero las historias que más nos cautivan lo hicieron porque los autores hablaron directamente con nuestra alma, o porque pensar en ellas nos devuelve a un momento de nuestras vidas que nos llena de nostalgia. Aquella novela que leíste cuando estabas de intercambio, la película que tú y tu pareja vieron en su primera cita.
Nos olvidamos de los detalles rápidamente, pero las historias siguen en nuestro interior, ¿por qué sucede esto? Porque nuestra memoria es tan limitada que si recordáramos cada giro y personaje secundario nos volveríamos locos. Por eso y porque la modernidad ha cambiado la manera en la que recordamos las cosas.
La memoria a través del tiempo
«La memoria tiene una limitación intrínseca», explicó Faria Sana, una asistente de cátedra en la Universidad de Athabasca, Canadá, en una entrevista con The Atlantic. El psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus desarrolló la conocida curva del olvido, una gráfica que muestra cómo las personas pierden la información que no pretenden retener. De hecho, podemos perder hasta la mitad de la información nueva en cuestión de días si no hacemos el esfuerzo de retenerla y eso es lo que sucede con la cultura.
Cuando vemos una serie en una tarde de relajación no estamos haciendo el esfuerzo por repasar lo que vimos y por eso se pierde, pero eso no siempre fue así. Antes de que existiera la escritura el conocimiento se transmitía de forma oral y cuando los hombres comenzaron a escribir, Platón advirtió que nuestra memoria se vería afectada.
En los diálogos que él escribió entre Socrátes y Fedro, Sócrates cuenta una historia sobre el Theuth, el dios egipcio que descubre el uso de las letras, cuando lo hace el rey Thamus le dice:
Eso es exactamente lo que sucede hoy en día. Tenemos todo el conocimiento a nuestro alcance gracias a Internet y por eso no necesitamos recordar los detalles, con googlearlos basta. Platón estaba en contra del lenguaje escrito, pero de no haber sido por él no hubiéramos conocido sus enseñanzas y sin Internet no tendríamos el acceso casi infinito a la información que tenemos ahora.
Sin embargo, más información no significa más sabiduría. Si tenemos acceso a todos los diarios y novelas del mundo, pero no se «pega», entonces no hay chance de que esa información se convierta en conocimiento. Además, con el constante bombardeo de información al que estamos expuestos en las redes sociales, es aún más difícil retener el conocimiento. Nos convertimos en personas informadas, pero menos sabias.
¿Cómo retener la información?
Según Jared Horvath, un investigador de la Universidad de Melbourne, los recuerdos se consolidan cuando regresamos a ellos. Por eso cuando estudiamos y leemos las cosas varias veces lo recordamos por más tiempo, mientras que la serie que miraste de un tirón la semana pasada quedó en el olvido. Para retener el conocimiento es necesario regresar a él y concentrarnos en lo que estamos viendo.
Pero no toda la información merece ser recordada. La mente humana no es una gran biblioteca donde puedes buscar cada cosa que hayas visto en la vida. Si te gusta llevar un registro de las películas y libros que has consumido puedes anotarlos en una lista, o usar páginas como IMDB o Good Reads. Si olvidas las películas que has visto, no eres más olvidadizo que lo normal, simplemente las disfrutaste en tu tiempo libre.