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Jogging en el agua: los beneficios de correr por la playa

Se trata del deporte del verano por excelencia: en el mar, sin equipamiento particular ni preparación intensa, las personas pueden beneficiarse de las virtudes del jogging en el agua.

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Los beneficios del jogging en el agua

Correr en el agua, por la playa, permite beneficiarse de las virtudes del agua de mar: de sus oligoelementos, pero también de su acción masaje sobre el cuerpo. Esta actividad permite mejorar y activar la circulación sanguínea, al tiempo que relaja la musculatura. El efecto revitalizante está garantizado.

La arena mojada es a la vez suave y dura: masajea la planta de los pies sin forzar las articulaciones. Para los que lo prefieren, también es posible correr con un calzado especial para tabla de surf.

La preparación previa

No es necesario disponer de un equipamiento específico: basta con llevar puesto un bañador; a condición de no olvidarse de un sombrero, gorro o visera, así como de unas gafas de sol y por supuesto de una buena protección solar. En el agua, la reverberación es más intensa, por eso conviene tener cuidado con los golpes de calor.

A pesar de que en verano hace más calor que en el resto del año, el agua atempera el problema. Una vez que se está en el mar no se siente el calor tan intensamente. Incluso en plena sesión de ejercicio físico, correr en el agua resulta ser una sensación muy agradable.

Imagen thinkstock

El jogging en el agua es accesible para todo el mundo, sin necesidad de un entrenamiento en particular. Por supuesto, al igual que en toda actividad deportiva, es necesario un calentamiento previo. Para el resto, cada cual debe adaptar la dificultad a su propia condición física. Cuanto más alta esté el agua, más fácil es correr. Sin embargo, una carrera con el agua a nivel de las rodillas es más intensa.

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Un trabajo completo

Cuando el agua empuja el cuerpo, correr en el mar reduce los riesgos de sufrir daños o contracturas que suelen ocurrir en terreno seco. Incluso las personas menos deportistas lo pueden intentar.

El jogging en el mar hace trabajar todo el cuerpo: las piernas, por supuesto, pero también los abdominales e incluso los brazos, puesto que se utilizan para apoyarse en el agua, estabilizarse y avanzar. También permite afinar la silueta de manera armoniosa.

Una carrera en el agua requiere dos veces más energía que una carrera clásica. Por lo tanto, una sesión a ritmo constante será dos veces más eficaz que si se corriera sobre terreno seco.

En la playa, al aire libre, al sol, correr se puede convertir en una actividad más lúdica y agradable que hacer jogging en una pista clásica o en gimnasio. Resultado: no se tiene la impresión de hacer ejercicio y el tiempo pasa mucho más rápido. ¿Has probado ya el jogging en el agua?

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