Guía para conseguir el balance correcto entre omega 3 y omega 6

Los ácidos grasos omega 3 y los omega 6 son necesarios para el funcionamiento normal de nuestro cuerpo y son considerados muy importantes, porque nuestro organismo no es capaz de fabricarlos. Sin embargo, la mayoría de alimentos que los contienen no mantienen su equilibrio y aportan más cantidades de ácidos omega 6 que de omega 3, causando daños en nuestro organismo, como por ejemplo, problemas cardíacos.

Regular los ácidos omega 3 y omega 6

Los ácidos omega 6 y omega 3 deberían consumirse en una proporción 4:1 o 1:1. Sin embargo, la mayoría de alimentos vegetales que contienen ambos tienen una proporción mucho mayor de los omega 6. Esto hace que se produzcan desajustes en nuestro organismo y que el consumo de aceites como el de girasol o de semillas y frutos secos quede desaconsejado.

Para lograr que ese ajuste se produzca en nuestro cuerpo, debemos combinar esos alimentos que sabemos tienen altas dosis de omega 6 con otros que contengan muchos más ácidos omega 3. Un buen ejemplo de ellos son los pescados, como el salmón o las sardinas, ricos en estas grasas. Si tu dieta tiene muchas veces a la semana un plato de pescado en la mesa, puedes consumir sin problema los alimentos con altas dosis de omega 6, ya que lograrás el equilibrio.

Vegetarianos en problemas

El problema para tu salud surge cuando los alimentos que comes de forma habitual tienen siempre una mayor dosis de ácidos omega 6. En ese caso, nos encontramos con que te será difícil apostar al equilibrio y es posible que notes que tu cuerpo sufre las consecuencias. Los vegetarianos puros, aquellos que no consumen productos de origen animal, se encuentran en esta dinámica ya que los productos que comen son altos en los segundos ácidos y destruyen ese equilibrio recomendado con los ácidos omega 3.

Como ves, es importante incluir productos animales para lograr que esos ácidos omega 3 tomen peso frente a los ácidos omega 6, igualmente necesarios, pero que consumimos en exceso. En caso de que no sea posible incluir estos productos en tu dieta, deberás optar por sumplementos que te permitan gozar de sus beneficios. 

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