Si desprecias la rutina y no te acostumbras a las estrictas normas de un lugar de trabajo, no te preocupes. No hay nada malo contigo y hay más de tu especie.
Estas son las señales de que no estás hecho para un trabajo de 9 horas

Muchos hemos sido condicionados a pensar en un trabajo de 9 a 6 para ganarnos la vida. Pero eso está lejos de la verdad, y cada vez más personas están empezando a darse cuenta de eso.
Si eres parte de esta tribu o deseas averiguar si es así, aquí están las señales definitivas.
#9 Odias cuando suena la alarma en la mañana
Todos los días es un suplicio levantarte de la cama e iniciar el día.

#8 Nunca llegas a tiempo al trabajo
En lugar de ello, buscas nuevas excusas para faltar.
#7 Odias usar ropa formal para trabajar
Prefieres trabajar con ropa casual, cómodo.
#6 Te aburres con tu trabajo fácilmente
Todos los días quieres hacer cosas diferentes.

#5 Odias trabajar cumpliendo con plazos estrictos
Simplemente te gusta trabajar a tu ritmo.
#4 Te gusta tomar varios descansos para cargar energías
Pero ya que no puedes hacer eso libremente en tu horario de 9 a 6, lo odias.
#3 Detestas pasar tanto tiempo sentado
Ahí en tu escritorio durante ocho largas horas te hace sentir como si hubieras sido injustamente pegado a la silla.

#2 Estás frustrado
Sientes que te estás perdiendo todas las cosas increíbles que suceden fuera de tu oficina. Sientes constantemente la necesidad de salir y experimentar cosas nuevas.
#1 La inquietud se apodera de ti
Simplemente no puedes bajar la mirada y seguir trabajando como una máquina. Estás en busca de fuentes de entretenimiento.
¿Coincides con alguna señal?









