Independiente del problema benigno que pueda sufrir el niño –resfriado, dientes creciendo, dificultades para dormir–, toda la gama de productos homeopáticos que existe en el mercado permite dar una solución. Pero, ¿qué tan seguro es su uso en niños? ¡Entérate a continuación!
¿Es seguro utilizar homeopatía en niños?


El principio de la homeopatía
La homeopatía es interesante especialmente en los niños: las débiles cantidades no representan absolutamente ningún peligro, ninguna toxicidad para el organismo. En cualquier caso, conviene precisar que los excipientes pueden presentar riesgos alérgicos o intolerancia. Los más pequeños pueden tratarse de sus débiles desarreglos de la vida cotidiana sin riesgo alguno, además de ser muy receptivos. Su organismo todavía no se ha visto sometido a muchas interacciones externas y por lo tanto es más sensible a esas microdosis de moléculas vegetales, minerales o animales. Cada vez son más los padres que se decantan por la homeopatía con el fin de evitar tener que recurrir a los antibióticos.
El cuidado de los niños con homeopatía
La homeopatía es el tratamiento síntoma por síntoma de un problema, el médico homeópata necesita efectuar un cuestionario muy preciso a su paciente. Los bebés y los niños pequeños no pueden responder a estas preguntas del médico, por eso el recurso a la homeopatía requiere una inversión importante de los padres.
Deben estar atentos al comportamiento de sus hijos, a los síntomas que aparecen y en qué momentos se manifiestan. La homeopatía cura a la vez los problemas físicos y psíquicos. En los niños, ambos están relacionados, y los padres deben estar pendientes de todo lo que rodea el problema de sus hijos pequeños.

Medicamentos homeopáticos
Pasada la edad de los 2 años, los padres pueden decidir administrar tratamientos homeopáticos a sus hijos. En efecto, gracias a esta edad, los niños ya han adquirido una resistencia que no requiere recurrir sistemáticamente a la homoepatía para curar los males cotidianos.
De esta forma, en caso de resfriado, caída, etc., los padres pueden acudir directamente a la farmacia para comprar ciertos tipos de gránulos. En cuanto al resfriado, según los síntomas, se puede administrar:
- Nux Vomica en caso de estornudos, de moqueo nasal.
- Pulsatila si el moqueo es más espeso
- Euphrasia cuando los ojos lloran
- Phytolacca o Camilia si el bebé está nervioso, pálido y quiere morder todo lo que se encuentra a su alcance.
- Cuando el crecimiento de los dientes conlleva eritema, se le puede administrar Kreosotum.
La homeopatía es una terapia suave particularmente apropiada para niños, puesto que no presenta ningún tipo de toxicidad fuera de ciertas intolerancias o alergias a los excipientes. Centrándose en cada síntoma individualmente es posible curar ciertos males de la infancia, gracias a la homeopatía, sin recurrir forzosamente a los medicamentos clásicos.








