La dopamina es un neurotransmisor implicado en el control de los movimientos, en particular de los movimientos automáticos como caminar o parpadear. En la enfermedad de Parkinson, las neuronas que producen dopamina degeneran. La pérdida de estas células, situadas en una zona en la base del cerebro –el locus niger– engendra un déficit en dopamina que es responsable de los desarreglos en el movimiento.
Enfermedad de Parkinson, los últimos avances

Los principales síntomas motores debido a la enfermedad son lentitud de movimiento, rigidez muscular, dificultad en iniciar movimientos y temblor en reposo de la mano o del pie que desaparece durante el sueño o durante la ejecución de actos llamados "voluntarios", es decir, precedidos de una intención.
El tratamiento quirúrgico actual
La cirugía mejora los síntomas, pero solo afecta del 3 al 5% de los pacientes con Parkinson, en función de su gravedad y de su estado de salud. El tratamiento consiste en colocar electrodos a nivel del núcleo subtalámico, una zona situada en la parte inferior del cerebro. Estos electrodos estimulan esta estructura gracias a una corriente de baja intensidad. En realidad, están conectadas con cables que pasan por debajo de la piel para unirse a una pila que se encuentra debajo de la clavícula. La estimulación permite paliar la deficiencia en dopamina, restableciendo la circulación de la información.

Esta técnica quirúrgica, que ofrece buenos resultados en algunos pacientes, no está exenta de efectos secundarios. En verdad, requiere un equipo muy competente y multidisciplinar, que reúne a neurólogos, cirujanos, radiólogos y fisiólogos. La dificultad sigue estando en la posibilidad de alcanzar el núcleo subtalámico.
Ver más: ¿Qué es la enfermedad de Parkinson?
Comprender la degeneración de las neuronas
Los progresos en neurogenética y en bioquímica permiten un avance en la comprensión de la degeneración de las neuronas, concretamente a través del estudio de las formas raras hereditarias de la enfermedad. De esta forma, se han podido descubrir una docena de mutaciones cromosómicas.
Dos genes mutados han sido puestos en cuestión: el gen del parkin, responsable del comienzo precoz de la enfermedad; y el gen LRRK2, presente en un 2% de los pacientes con Parkinson. Comprendiendo el papel del LRRK2 en la muerte prematura de las neuronas dopaminérgicas, se podría ser capaz de bloquear sus efectos.
¿Cómo detectar la enfermedad?

La investigación se concentra igualmente en la detección de signos de la enfermedad antes de que esta se manifieste; como la anquilosis de un miembro, los temblores, la falta de olfato, la modificación del sueño, apatía y desarreglos vegetativos. La escintigrafía permitiría detectar una fatiga del sistema dopaminérgico, aunque este método todavía está en ciernes.
Ver más: Los síntomas del Parkinson rígido
Sin duda, la enfermedad del Parkinson es algo que aún vuelve locos a muchos médicos e investigadores, ya que queda mucho por hacer en el campo. Sin embargo, estos nuevos avances arrojan algo de luz en los familiares de personas que padecen la enfermedad.







