¿Cuál es el factor común entre una persona que ha dormido poco, una que arrastra los pies sobre el suelo y otra que no para de bostezar? ¡Que todos tienen un vaso de café en la mano! Y es que esta bebida originaria de Arabia ha sido siempre famosa por sus dotes para atenuar el cansancio. Pero, ¿el café da energía realmente?
¿El café da energía realmente?

La cruda realidad

Estudios recientes han demostrado que el café no nos proporciona energía, sino que "le hace creer" a nuestro cerebro que no estamos cansados. Una vez que la cafeína ingresa al flujo sanguíneo, se dirige hacia los receptores cerebrales que albergan la adenosina –compuesto que se produce en la medida en que estamos despiertos y que nos indica cuándo dormir. ¿Y qué es lo que hace la cafeína cuando se encuentra con la adenosina? Pues, sin más, la reemplaza. Como consecuencia, el cerebro es engañado y deja de saber cuándo descansar.
Otros beneficios

Ahora bien, que la cafeína sea una impostora no la despoja de tener otros beneficios. De hecho, una vez en el organismo, la cafeína se descompone en tres moléculas; estas son la teobromina, la paraxantina y la teofilina. Cada una de ellas desempeña una función: la primera incrementa el flujo de oxígeno que llega al cerebro; la segunda mejora el desempeño físico; y la tercera acelera el ritmo cardíaco y beneficia la capacidad de concentración.
El café, entonces, no nos da energía, sino que le hace perder a nuestro cerebro la noción de cansancio. Más allá de esta leve pero importante disquisición, los beneficios de la cafeína permanecen indelebles y nos deben seguir estimulando a disfrutar de esta inigualable infusión –pero, como todo en la vida, con moderación.







