Ningún sentimiento es inofensivo: todos ellos tienen un impacto, ya sea positivo o negativo, en nuestra salud física y mental. ¡La culpa no es la excepción!
¿Cuáles son los diferentes tipos de culpa y cómo nos afectan?

Por eso, hoy queremos adentrarnos en este sentimiento y desafiarnos a comprenderlo un poco más.
Algunos datos interesantes

La culpa puede tener un lado positivo
Sentir culpa puede ser una emoción muy "útil" cuando aparece como consecuencia del daño que les ocasionamos a otros y nos impulsa a la acción. En este sentido, contribuye a mantener los lazos con las personas perjudicadas y nos estimula a hacer todo lo posible por subsanar el error que cometimos.
También tiene un lado negativo
Sentir culpa de forma interrumpida también puede tener su lado negativo, en tanto puede constituirse en el origen de un trauma. Si esto ocurre, es probable que la culpa no te deje dormir, te robe tiempo para realizar tus tareas cotidianas e incluso te cambie el carácter por completo.
El exceso de culpa puede conducir a un estado de depresión, en el que el autocastigo se presenta como la única solución posible.
Información recomendada: 5 cosas que puedes hacer YA para dejar de sentirte culpable
¿Cuáles son los diferentes tipos de culpa?

Culpa individual
Creo que es la culpa más frecuente y se asocia a las expectativas personales. Un ejemplo puede ser el prometerse a uno mismo ir al gimnasio todas las semanas y sentirse mal tras no poder cumplir con el objetivo.
En definitiva, se trata de una batalla individual que se desata cuando se produce un defasaje entre nuestras expectativas personales y la realidad.
Culpa profesional
Como su nombre lo sugiere, esta manifestación de culpa nace en el ámbito laboral cuando el individuo no llega a cumplir con todo el trabajo pendiente por más que se esfuerce o debe ausentarse en el trabajo por motivos personales.
Por lo general, la culpa profesional es interior (la procesión va por dentro) y termina por influir de tal forma en la psiquis de la persona que le impide tomar decisiones o desarrollarse en su trabajo.
Culpa Social
Surge cuando nos damos cuenta de que herimos con nuestro comportamiento a un conocido, un amigo o un familiar.
Como es de esperarse, esta situación no afecta a todos de la misma manera: ciertos individuos son más propensos a sentir culpa social que otros. Así, quienes están más sujetos a las opiniones ajenas suelen ser más proclives a este tipo de culpa.
La culpa, en cualquiera de sus manifestaciones, es un sentimiento necesario y útil si nos impulsa a la acción y a la superación de los problemas. Eso sí, puede convertirse en un problema si se transforma en un estilo de vida y comienza a interferir con nuestro desempeño y estado de ánimo.
¡No esperes más! Acaba con tus pensamientos negativos y tu vida será mucho mejor








