Muchos de nosotros anhelamos que lleguen por fin esas semanas. ¡Oh, preciosos 20 días concedidos para disfrutar del tiempo libre! (Totalmente libre). Algunos afortunados gozan de algunos días más al año y otros de mucho menos. Pero si los esperas tanto no tiene sentido que lo tires por la borda por algún enojo con el dueño del hotel o por una discusión de pareja porque uno prefiere un restaurante antes que otro.
Cómo hacer de tus vacaciones una experiencia espiritual (vayas donde vayas)

Entonces, ¿existe una forma de vivir las vacaciones con intensidad sin dejarnos abrumar por los acontecimientos negativos que puedan llegar a suceder? Pues, sí. Disfrutar de todo ese tiempo magnífico desde una perspectiva espiritual y holística es totalmente posible:
Lleva comidas nutritivas

Dependiendo de la distancia que realices, puede que tengas que pasar varias horas esperando por tu medio de transporte. Para no caer en locales de cadenas internacionales que venden comida chatarra tienes que irte preparado. Dedica un rincón de tu mochila o tu maleta para llevar tuppers con alimentos saludables y energéticos que serán una salvación para cuando tengas hambre.
Guarda un pack holístico

Si adoras los aromas suaves y relajantes y además conoces sobre el poder de las gemas, entonces no debes olvidarlos en tu próximo viaje. Pero si todavía no has incursionado en el mundo de los cristales te recomendamos que lleves piedras como el jaspe, la cornalina, la amatista y piedra del sol que te ayudarán a enraizar en los momentos de confusión que puedan darse durante la travesía. También puedes agregar algunos aceites esenciales e incienso. Los de lavanda y eucalipto son superenergizantes y te ayudarán a volver a tu centro cada vez que lo precises.
Sumérgete en una nueva lectura

Cuando llevamos libros nuevos en los viajes sucede algo muy interesante: una vez que el viaje ha concluido asocias todos los buenos recuerdos con ese texto: cada página te recordará las risas con amigos y las aventuras emprendidas.
Escribe un diario

Cada noche, cuando vayas a acostarte, escribe en tu diario lo que ha pasado en el día. Muchas veces vivimos tantas experiencias juntas que no somos capaces de reflexionar y de tomar lo mejor de cada una simplemente porque nuestra memoria no las ha registrado. Además, esos escritos serán un hermoso recuerdo al que puedes volver cuantas veces quieras.
Interactúa de forma abierta con los demás

Si eres de los que ama viajar solo entonces ya sabes lo importante que son las interacciones con otras personas. Entablar conversaciones con desconocidos y luego hacerse amigo de esas personas (o no) también constituye uno de los aspectos más enriquecedores de los viajes.
En cambio, si viajas con tu familia o algún ser querido entonces intenta disfrutar al máximo de los espacios verdes que brinde el sitio que visitan. De este modo, no solo podrán conocer lugares nuevos sino que fortalecerán sus lazos y los hará sentirse llenos de vigor y entusiasmo.
Este plan hará de tu viaje una experiencia espiritual de principio a fin. Vivirlo de esta forma te ayudará a disfrutar plenamente de las conversaciones con amigos y desconocidos, de los paisajes maravillosos y de las comidas locales.
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