¡Comer sano en la oficina SE PUEDE! Te contamos cómo lograrlo

Porque para nosotras, no hay NADA imposible.

Si trabajas en una oficina, sabes lo difícil que es comer sano. Primero, porque tienes muy poco tiempo para hacerlo y segundo porque, muchas veces, compras lo primero que encuentras en la tienda de la esquina.

Afortunadamente es posible tener una alimentación equilibrada sin necesidad de gastar mucho dinero. ¿Quieres saber cómo? Haz clic en siguiente y entérate.

#1 Prepara tu almuerzo la noche anterior

Para evitar salir a comprar alimentos que no son saludables, una de las cosas que puedes hacer es preparar el almuerzo la noche anterior. Ten presente que tendrá que ser un conjunto de alimentos que sean sanos pero que a la vez te mantengan satisfecha durante todo el día de trabajo. Calcula las horas que estarás fuera de casa y arma tu lunch en consecuencia.

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#2 Lleva tu propia botella de agua

En el mercado existen botellas aptas para rellenar con agua: si llenas una de estas todas las noches y la mantienes en el refrigerador hasta el día siguiente, no tendrás que salir de la oficina a comprar ningún tipo de bebida artificial que puede ser perjudicial para la salud.

#3 Aprovecha las sobras

Una buena idea, para que puedas comer en forma sana en la oficina, es preparar porciones adicionales de alimentos cuando haces la cena. Si realizas cualquier colación, puedes guardarla en el freezer y llevarla así congelada a tu trabajo. Solo te resta utilizar el horno de microondas de la oficina, ¡y asunto solucionado!

#4 Ten a mano bocadillos saludables

Es importante que también tengas en cuenta la posibilidad de guardar en un cajón de tu escritorio algunos alimentos saludables que puedes comer en los momentos en los que el hambre se hace presente. Procura tener siempre contigo galletas integrales, frutos secos (almendras, nueces..) y evita pasar por donde se encuentra la tentadora máquina expendedora.

#5 Cuando sea la hora de almorzar, solo concéntrate en eso

Al comer y trabajar, no se presta la suficiente atención y es probable que se consuman alimentos en exceso. Para evitar esto, un buen consejo es que te tomes tu tiempo de almuerzo en serio y que salgas de la oficina para comer.

Una excelente idea es acudir a un parque cercano los días de sol o almorzar en la sala de descanso, siempre lejos de tu escritorio.

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Como verás, es posible consumir alimentos sanos aún en la oficina. Ahora, ¡no tienes excusa para comer en forma correcta y equilibrada! Solo queda en ti poner estos consejos en práctica.