Cocinar para uno mismo no impide que se pueda disfrutar de la comida. Pero para evitar los restos, conviene adoptar ciertos reflejos sencillos y fáciles de aplicar.
Cocinar para uno mismo de forma saludable

La cocina para uno mismo es una especie de navegación a ciegas entre no llegar o pasarse. La falta de tiempo y de ganas de cocinar "para uno mismo" pueden conducir a la frustración. ¿Para qué cocinar platos durante horas y para mucha gente, y postres enormes que luego no se pueden compartir?
Pero por otro lado, también está la situación cuando los alimentos se acumulan en la nevera y nunca se terminan. Se trata de los restos que nadie nos ayuda a terminar, o los ingredientes que no nos atrevemos a comprar para no tener que tirarlos al final.
Lo más difícil, finalmente, es dejar que hablen las ganas y darse gustos, simplemente, y de forma egoísta. Y es que darse el gusto de confeccionar un buen plato con ingredientes frescos es una prueba de que nos cuidamos y nos queremos. Además, esto tiene una ventaja: si nos da por hacer algún experimento, tenemos derecho a equivocarnos, puesto que nadie vendrá a reprochárnoslo.
Algunos consejos
Si de vez en cuando te permites comer una pizza o unas chips, evitar entonces hacerlo muy a menudo. Comer sano no es tan complicado: basta con tener siempre llena la nevera y el congelador. Comprar en tiendas bio permite también comprar al peso las legumbres, los cereales, y los frutos secos.
De igual modo, comprar para dos la verdura fresca, las especias que caducan al cabo de seis meses, las aceitunas a granel, y el té, no deja de ser una buena solución. En la nevera se puede guardar la salsa de soja, el vinagre de arroz integral y en la despensa los purés oleaginosos, el azúcar moreno y los frutos secos en recipientes herméticos.

La compra para solteros
Las compras conviene hacerlas en "formato mini": más vale ir a la compra varias veces por semana que comprar grandes cantidades de golpe (especialmente de productos frescos) y luego tener que tirarlas. Por ejemplo, se pueden comprar los huevos de cuatro en cuatro, los yogures de dos en dos, el queso en pequeñas porciones.
Lo ideal es tener en la cocina platos pequeños o pequeñas fuentes para un solo servicio. Del mismo modo, algo muy útil es una cacerola para cocinar el vapor, así como una pequeña sartén y bandejas pequeñas para el horno microondas. También conviene tener siempre a mano bolsas para congelar lo que quede del plato que cocinemos.
Sin duda alguna, cocinar para uno mismo de forma saludable puede ser difícil, pero todo es cuestión de acostumbrarse. ¿Vives sola? ¿Cómo sueles acomodarte con el tema de la comida?
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