5 cosas que no debes hacer cuando estás enferma

Cada quien reacciona diferente ante una enfermedad. Hay quienes actúan como si fuese el fin del mundo y hay otros que siguen adelante, como si nada. Seas quien seas, hay ciertas cosas que no debes hacer cuando estás enferma y hoy queremos contarte cuáles son. ¿Nos acompañas?

#1 Abusar de los medicamentos

Los medicamentos pueden ser un gran aliado de la recuperación –siempre y cuando, los consumas en la dosis que te recetó el médico–. Así que apégate a las recomendaciones de tu profesional. Ni se te ocurra andar reformulándolas según te parezca. Esto puede ser en verdad muy peligroso.

#2 Consumir mucha cafeína

Caer enferma no suspende automáticamente tus responsabilidades. Por eso, es entendible que quieras hallar algo de energía en bebidas con cafeína o azúcar. Ahora bien, ¡estas no sirven de nada! Como mucho, solo te proporcionarán un bienestar pasajero y terminarán por empeorar tus síntomas. Así que, ¡ojo!

#3 Sonarte la nariz muy fuerte

En el afán de despejar nuestras fosas nasales de un sopetón, todas nos hemos alguna vez soplado la nariz con fuerza. Pero, este hábito no es para nada recomendable y suele causar infecciones, que tardarán muchísimo más en irse que un simple resfrío. Por tanto, será mejor que te soples de forma más esporádica y suave. Si sientes una presión en la cabeza o aprietas mucho tu nariz cuando te la suenas, lo estás haciendo muy fuerte.

#4 Tocar todo

Cuando estés enferma, trata de limitar tu sentido del tacto. Si no lo haces, esparcirás los gérmenes por todos lados. Por otro lado, lávate las manos siempre que hayas tocado cualquier objeto de uso público. De esta manera, te estarás protegiendo de un sinnúmero de enfermedades que andan por la vuelta y también estarás cuidando a quienes te rodean.

#5 Salir como de costumbre

Es fundamental que, en la medida de lo posible, te refugies en casa. Cuando estás enferma, tu sistema inmune está muy ocupado luchando contra los gérmenes que han ingresado a tu organismo y se encuentra debilitado. Esto hace que seas mucho más vulnerable a pescar cualquier enfermedad que se cruce en tu camino.

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En definitiva, cuando estés enferma, toma las precauciones necesarias y cuídate: nadie lo hará mejor que tú.