Cuando se trata del cuidado de la piel solemos hacer todo lo posible por mantenerla lo mejor atendida. Tratamientos, productos y novedosos procedimientos son tan solo algunas de las cosas que podemos hacer por ella.
4 cosas que tu dermatólogo NUNCA te pedirá que hagas


Sin embargo, muchas veces solemos omitir algunas cosas o cometer algunos errores -consientes o inconscientemente- que nos pasarán factura con el paso del tiempo. Para ayudarte un poco más a que no las cometas, hemos preparado una lista de 4 cosas que tu dermatólogo NUNCA dirás que hagas, así que presta atención.
1. Salir a la calle sin protector solar

Esta es una de las reglas doradas de todo dermatólogo. El protector solar no solo te ayudará a prevenir el envejecimiento prematuro, sino también la aparición de manchas y hasta evitar el cáncer de piel. El consejo principal para tener una dermis sana y joven es aplicar uno al menos 30 SPF antes de salir de casa. No importa si el día no está muy soleado, debes aplicarlo igual. Recuerda que la sobre exposición de los rayos UV resulta nociva para ti.
2. Dormir sin remover el maquillaje

A medida que transcurre el día, el maquillaje va acumulando bacterias y suciedad que se encuentra en el ambiente, obstruyendo los poros y contaminando el rostro. Removerlo rigurosamente por las noches eliminará la mayor parte de estas bacterias, evitando la aparición de granitos, puntos negros e inclusive el envejecimiento prematuro. Recuerda: No te acuestes sin antes retirar el maquillaje del rostro!
3. Dormir sobre tu rostro

Tal vez este punto no lo habías escuchado antes, pero el dormir sobre tu rostro puede acelerar la aparición de arrugas. La presión que se ejerce en la cara durante las largas horas de sueño, puede provocar perdida del volumen sobre el lado del cual duermes y acelerar la aparición de las líneas de expresión. Lo ideal es dormir sobre tu espalda con la cabeza derecha.
4. Saltarte el ejercicio

Realizar ejercicio frecuentemente ayuda al organismo a liberar toxinas y mejorar la circulación, lo que le permite a la piel lucir radiante y renovada en todo momento. Otro beneficio que tiene el ejercicio es su capacidad para ayudar a liberar el estrés, evitando y mejorando, en algunos casos, enfermedades dérmicas como soriasis, acné o eczema.
Cuidar de la piel está en tus manos, estos simples cambios en tu estilo de vida pueden marcar la diferencia entre tener un aspecto envejecido y opaco, o presumir de una apariencia radiante y saludable ¡Tú decides!









