Empecemos con una gran verdad: señora, señorita, los senos se caen. La edad, las dietas, los cambios hormonales, amamantar y la gravedad son un compilado de hechos que tarde o temprano pasan factura y ocasionan que poco a poco tus senos pierdan esa imagen que tenían cuando empezabas la universidad.
¿Senos caídos? Lo que deberías hacer y lo que no para que nunca sean unas pasitas de uva

Claro, eso no quiere decir que no puedas adoptar hábitos (o tomar medidas un poco más drásticas) para fortalecerte contra los efectos del tiempo. Si estás dispuesta, estas son las técnicas en las que definitivamente tienes que invertir tu tiempo (y otras en las que no) para tener pechos firmes.
Ejercitarte

Los senos se ubican en el músculo pectoral, un área importante para la fuerza y las funciones del brazo. Ejercitarlos puede reducir la apariencia del seno caído al mejorar su tono y postura. Además, mantener un peso sano previene los cambios en el tamaño de tu pecho ocasionados por bajar y subir de peso.
Sin embargo, el ejercicio no cambia la estructura de los senos. Sí hará que luzcan mejor, pero no los levantará milagrosamente.
Come sano

No hay evidencia que demuestre la relación entre una dieta sana y unos senos firmes. Sin embargo, ingerir alimentos llenos de antioxidantes (como frutas y vegetales) puede prevenir la aparición de arrugas y la pérdida de elasticidad en la piel. Eso sí, evita las dietas «mata hambre», con las que perderás peso muy rápido sin darle oportunidad al cuerpo de recuperarse del cambio. Esto tendrá como consecuencia la caída de los senos.
Usa un buen sostén

Aunque se podría pensar que usar sostén previene que los ligamentos de los senos se estiren, recientes estudios indican que, por el contrario, el brasier tiene un efecto negativo en tus senos, pues hace más débiles los tejidos de tus pechos, de acuerdo a Health. Sí, el sostén pondrá tus senos en el lugar correcto mientras lo usas, pero una vez llegas a casa y liberas a las bestias se acaba el encanto.
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