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Belleza: Realidad VS la búsqueda de la perfección

Recientemente se desató una gran polémica tras el regreso de la actriz Renée Zellweger a la alfombra roja de un evento de ELLE Magazine. Ciertamente era la protagonista del Diario de Bridget Jones pero reconocerla no fue tan fácil. 

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La actriz lucía totalmente diferente a cómo la recordábamos y no se trata simplemente de pérdida de peso, o del color del cabello. ¡No! Era un rostro ajeno al nombre que solíamos asociar cuando mencionábamos a Renée Zellweger. 

No se sabe a ciencia cierta si esta chica se sometió a varios procesos quirúrgicos, perdió una cantidad considerable de libras o si fue un exceso de botox en el rostro, pero esa mujer que se caracterizaba por aquellos hermosos pómulos pronunciados lucía bastante diferente. Ante esta realidad la pregunta es: ¿hasta qué punto la idea de la " belleza perfecta o juventud eterna" puede distorsionar la realidad convirtiéndonos en otras personas?

La obsesión con ser perfectas

Imagen Thinkstock

Sí, es cierto que como mujeres siempre queremos lucir bellas, pero muchas veces somos muy duras con nosotras mismas cuando se trata de cómo nos vemos. Siempre hay algo que nos molesta: el tamaño de la nariz o de los senos, el peso, la celulitis, las estrías, por mencionar tan sólo algunas; y es aceptable querer mejorar pero esto no puede convertirse en un tormento que llegue a causar complejos extremos. 

Es válido recurrir a tratamientos de belleza, productos cosméticos, rémiges de ejercicios y ¿por qué no? a cirugías si realmente se quiere corregir algo. Lo que no debemos permitir es obsesionarnos con ser perfectas, porque podríamos llegar a perdernos a nosotras mismas persiguiendo niveles y estándares de belleza que vemos día a día, pero que no son necesariamente los únicos ni los mejores. Así que recuerda esto ¡la perfección no existe! 

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Por eso hoy compartimos contigo el secreto mejor guardado: la clave de la eterna felicidad es aprender a aceptar y amar cada parte de nuestro cuerpo. La belleza radica en las particularidades no en los estereotipos, estas son las que nos diferencian de los demás. 

¿Parecerte otra o parecerte a ti?

Imagen Thinkstock

Así que la próxima vez que estés frente al espejo no enumeres tus imperfecciones, cuenta todos los atributos que te hacen ser única e inimitable. Seguramente encontrarás muchísimos y verás que realmente somos seres imperfectamente bellas.

No trates de parecerte a nadie, mucho menos a aquellas mujeres que aparecen en portadas de revistas. Ten en cuenta que generalmente ese es su trabajo, a lo que se dedican por lo que deben someterse a ritmos de vida que no son los comunes, aunado a que detrás de esa portada existe un gran equipo que propicia un ambiente para que luzca mejor: luces, pose, ropa -muchas veces con pinzas en la espalda- y hasta photoshop, es decir es un ambiente irreal para obtener un producto final que debe ser vendido.

En iMujer cada día te damos herramientas para explotar al máximo todos tus encantos y feminidad sin descuidar lo más importante: tu esencia.