La maternidad trae consigo muchos cambios en la vida de una mujer; nos cambia la manera en como vemos al mundo, nos cambia nuestra rutina de sueño, nos cambia nuestras tareas diarias, pero también nos cambia el cuerpo.
¿Tienes pancita? Descubre si la mini abdominoplastia es para ti

Hablando de los cambios físicos, entre la sociedad se hace mucha referencia hacia el aumento de peso post embarazo, el ensanchamiento de la estructura y los depósitos de grasa, etc., para lo que igualmente entre el lenguaje común sobre salen alternativas como la liposucción, lipectomía, addominoplastía, etc.
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Sin embargo, así como cada cabeza es un mundo y cada cuerpo es diferente, así de diferente es la evolución tras un embarazo; no todos los cambios vienen acompañados de aumento de peso pues aunque pareciera el más obvio también están otros que pasan casi desapercibidos por el resto pero igualmente molestos para la mujer que los padece.
En este caso hablamos exclusivamente de la flacidez externa, esa donde tras el estiramiento excesivo al que fue sometido nuestro vientre, la piel no tuvo capacidad de sobre ponerse.
Personalmente inicié mi embarazo con 47 kilos de peso y al mes de ser madre oscilaba entre los 54 kilos, la diferencia no fue mucha pero nunca conté con haber aumentado más de 30 kilos durante la gestación y haberlos perdido casi inmediatamente, ¿el resultado? Un vientre como globo desinflado.

Esto podría considerarse una gran ventaja, incluso algunos cirujanos me lo han dicho: “no eres candidata para la operación”;nuevamente hablamos de intervenciones comunes para problemas comunes, pero por imperceptible que parecen, algunas de nosotras deseamos recuperar nuestra figura, ya que el exceso de piel no tiene nada que ver con dietas o ejercicio.
Si eres una mujer delgada que recuperó su figura o ésta no se vio muy alterada, pero no logras tonificar nuevamente tu abdomen, entonces puedes al igual que yo, requerir otro tipo de intervención.
Por fortuna, la opción existe y es la determinada mini abdominoplastia que a diferencia de las intervenciones antes mencionadas, es ideal para cuerpos esbeltos con "problemas" pequeños, pero que al final te parecen molestos. Este procedimiento es menos invasivo y por lo general requiere una incisión más pequeña y por tanto, implica una cicatriz de menor tamaño.
Habla con tu cirujano sobre las opciones, debe haber una adecuada a tu anatomía, estilo de vida y pretensiones.
Pero sobre todo déjame compartirte que en este proceso hay que tener paciencia y acomodar nuestras prioridades, dale primero tiempo a tu cuerpo de ajustarse normalmente al menos un año después de dar a luz y si no, cuando tengas el tiempo apropiado puedes revisar otras opciones ¿Qué opinas?
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