Adiós a los implantes... ¿Hola al relleno con grasa?

Las mujeres siempre hemos buscado la imagen perfecta aún si esto implica modificar algunas zonas de nuestro cuerpo con tal de conseguir o recuperar esa figura idealizada. A pesar de la evolución de los cuerpos y cánones de belleza, siempre habrá una constante en aquello que consideramos el anhelo de todas; un cuerpo firme y bien moldeado.

Sin embargo muchas veces la genética no está de nuestro lado o bien debido a cambios a los que nuestro cuerpo se ve sometido como el embarazo, fluctuación de peso o la edad terminan venciéndose ciertas zonas de nuestro cuerpo.

Pero como para toda demanda siempre hay una oferta, a lo largo del tiempo han surgido un sinfín de tratamientos y procedimientos que prometen acercar a la mujer a ese cuerpo soñado y durante años la solución predominante han sido los implantes.

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¿Qué es un implante?

Los implantes son dispositivos rellenos generalmente de solución salina, silicona o inflables, formando unas bolsitas redondas o de figura anatómica que se posicionan encima o bajo el músculo para darle una proyección prominente a la zona la cual puede ir desde senos, glúteos, chamorros, mentón, pómulos, etc.

Durante mucho tiempo se han considerado el auge de los procedimientos estéticos de esta índole sin embargo al tratarse de la colocación de un cuerpo extraño también se han manifestado múltiples inconvenientes entre ellos el rechazo por parte del cuerpo, su ruptura o caducidad y esencialmente que no logran una apariencia 100% natural.

Y es aquí donde la continua innovación nos trae una nueva propuesta estética un tanto más apegada a la propia naturaleza y por ende con efectos y riesgos mucho menores.

Qué es la lipoinyección

Como su nombre lo dice, la lipo-inyección se trata de un procedimiento donde se inyecta la propia grasa previamente extraída del paciente lo que sería entonces un procedimiento contrario a la lipo-succión (extracción de grasa) pero que va de la mano con el mismo.

Tras una succión de grasa en zonas localizadas ésta es tratada para posteriormente regresarse al cuerpo en puntos estratégicos con lo que se logra el moldeado perfecto de la figura. Las principales ventajas sobre los implantes es que se trata de grasa propia por lo tanto no es ajena al paciente y la aceptación, recuperación y proyección son mucho más positivas.

Esta técnica está tomando cada vez más reconocimiento y aceptación entre aquellas que buscan desde remodelar muslos, glúteos, senos y cintura hasta inyectar labios, pómulos y otras partes del cuerpo que no estrictamente se encuentran en la zona donde la grasa estaba en un inicio.

Ventaja

Un acabado natural sin complicaciones con apariencia mucho más estilizada y juvenil.

Desventaja

Al tratarse de la propia grasa se requiere que haya depósitos de ésta donde se pueda trabajar por lo que las personas muy delgadas podrían no ser candidatas.

Y bueno, la ciencia de la mano con la estética siempre nos sorprende y seguramente lo seguirá haciendo ¿qué opinas de este procedimiento?

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