Texto: Cintia Saporito
Lo que debes saber antes de mudarte
Casa nueva, cambio de escuela, vecinos desconocidos. Descubre lo que deberías saber antes de mudarte, para evitar sorpresas desagradables.

Mudarse a un nuevo vecindario puede ser una caja de sorpresas si no has hecho bien tu tarea. Aunque el centro de atención sea la casa nueva, el entorno es prácticamente igual de importante. ¿Qué tipo de escuelas hay? ¿Y centros médicos? ¿Es una zona segura? ¿Viven allí ancianos, familias con niños o solteros? ¿Habrá un parque cerca para llevar a los pequeños? A veces, no te das cuenta de todo esto hasta después de haberte mudado, y suele ser demasiado tarde. Para evitar problemas y arrepentimientos, ¡inspecciona tu ‘new neighborhood’!
¿Por dónde empezar?
Aunque no hay nada como salir a recorrer a pie el futuro barrio para conocerlo a fondo, puedes comenzar tu ‘quest’ sin moverte de tu casa: consigue los periódicos zonales y/o ‘googlea’ tu próxima dirección. En un dos por tres, estarás al tanto de las novedades locales, el tipo de actividades que realizan los vecinos, y si se han presentado crímenes o incidentes en el lugar. Para esto último, también considera checar en el sitio web del condado los puntos candentes donde suelen producirse delitos de distinto grado, y las listas de “buscados” por la policía.
La oferta escolar
Si tienes niños, es fundamental que investigues las escuelas locales: de qué tipo son (¿’charter’, ‘magnet’, privadas independientes, parroquiales o ‘proprietary’?), qué ofrecen, si tienen reconocimiento o una larga historia de ‘dropouts’, si brindan programas deportivos, artísticos y/o científicos que podrían despertar interés en tus hijos...
Además de acercarte a hablar con los directivos, no dejes de preguntarle a los vecinos al respecto. Verifica también la clasificación de las instituciones que te hayan atraído (si son A, B, C, o D). Aquellas que se enmarquen dentro de la categoría D por tercer año consecutivo, son clausuradas. Mientras más alta sea la calificación, mejor resultará la educación de los niños y el vecindario.
¿Cómo es el nuevo barrio?
Si bien el ‘realtor’ puede darte información al respecto, podrías hacer una visita guiada por el lugar, por medio del ‘local convention’ o ‘visitor's bureau’. Estas entidades podrán ofrecerte mapas, datos demográficos, y enseñarte los principales atractivos culturales y espacios verdes.
Pero, estate atenta, ya que estos paseos son promocionales y sólo podrían revelarte el lado bonito del barrio, evitando los índices de crímenes o recorridos por zonas peligrosas, si las hubiera. Por eso, procura también conocer por tu cuenta el ‘look and feel’ del vecindario a distintas horas, y en diferentes días de la semana. Los vecinos son siempre una buena fuente de información.
El viaje al trabajo
Durante años estuviste en un barrio y te aprendiste de memoria sus ‘rush hours’, los atajos para sortear el tráfico y el rumbo más corto a la oficina. Una mudanza podría obligarte a reestructurar todo este aspecto de tu vida: ¿deberás volverte un ‘commuter’? ¿Hay suficientes opciones de transporte público si necesitaras ahorrar en gasolina, o si se averiara tu coche? ¿Se genera tránsito eterno? Te convendría hacer uno o dos viajes de prueba antes de concretar el cambio de casa.
¿Hiciste los deberes?
Si después de estas averiguaciones sientes que el barrio es ideal para ti y tu familia, es hora de empacar, despedirse del viejo hogar y disfrutar de una nueva vida. Si no, a seguir buscando. Ya encontrarán el sitio perfecto donde se sientan verdaderamente “en casa”.









