Limpia el radiador por ti misma y ahorra mucho dinero

¡El calor del radiador es lo mejor que hay durante los días crudos del invierno!

Cuando tienes calefacción por radiador, el calor que hay en tu hogar es increíble. Sin embargo, para tenerlo en condiciones todos los años, es importante saber cómo limpiarlo. Ven conmigo que quiero darte algunos consejos para que tu radiador esté siempre listo.

Limpieza de radiadores de panel

Este tipo de radiadores no solo tienen que ser aseados en la parte externa, sino que además se deben limpiar en el interior. Una vez que pasaste un paño por la parte de afuera, quita los tornillos de la tapa  y desmóntalo. Cuando ya esté listo, coloca un paño bajo el calentador para atrapar la suciedad que caerá y a continuación elimina la mayor cantidad de polvillo sin utilizar agua (puedes ayudarte con un pequeño cepillo de cerdas suaves). A continuación con la ayuda de un cepillo de dientes humedecido con agua y detergente, limpia las hendiduras. Recuerda que debes ser muy cuidadosa, sobre todo donde se encuentran las válvulas y las cañerías.

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Limpieza del radiador tubular

El radiador tubular es posible limpiarlo sin tener que desmontarlo. Debes tener cuidado porque este tipo de calefactores están recubiertos por una pintura especial y no debes usar limpiadores agresivos para eliminar la suciedad. Asegúrate antes de comenzar con un limpiador de usos múltiples, de eliminar la mayor cantidad de suciedad posible con la ayuda de un paño. Afortunadamente para ti, este tipo de radiadores son los más simples de limpiar, pues no requieren de ninguna otra tarea adicional sacando tornillos o retirando piezas. Para un mejor resultado, emplea una aspiradora y una vez que terminaste, completa la limpieza con un paño húmedo y deja secar muy bien. 

Limpieza de los radiadores infrarrojos

Este tipo de calefactores requieren de muchísimo cuidado, pues al ser eléctricos la tierra que se acumula puede dañarlos severamente. Por lo tanto es importante que los limpies periodicamente. Antes de comenzar a asearlos, desenchúfalos y con la ayuda de un paño húmedo, quita la mayor cantidad de tierra posible y asegurate que esté bien seco antes de volver a encenderlo nuevamente, pues puedes correr el riesgo de sufrir un choque eléctrico. Ten en cuenta que si el radiador infrarrojo te lo permite, será mucho más fácil limpiarlo si aflojas la carcaza. 

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Es muy sencillo mantener tu radiador limpio sin importar del tipo que sea, solo tienes que seguir estas simples instrucciones y verás que siempre se mantendrá en perfectas condiciones.