Los espejos adornan el hogar y le aportan un gran atractivo en la medida en que estén limpios y relucientes. No hay nada peor que un espejo sucio y además no hay suciedad más evidente que la que se junta en ellos y que notamos al instante al vernos reflejados. Para poder mantener nuestros espejos en perfectas condiciones y nuestro hogar con un aspecto fresco y aseado, aquí les traemos algunos consejos acerca de cómo limpiar los espejos y de qué productos utilizar dependiendo de sus ubicaciones.
Cómo limpiar los espejos según su ubicación en el hogar


Espejos del baño

Los espejos del baño son sin duda el centro de atención y el punto focal donde miramos al entrar y estando en ellos. Por esto es evidente que necesitan estar en óptimas condiciones y mostrarse limpios constantemente. A la par de ser el foco de nuestra mirada son también destino de gran parte de los residuos y salpicaduras. Pasta de dientes, manchas de maquillaje, cremas y jabón suelen asentarse en los espejos y ensuciarlos a diario. Lo mejor en estos casos es utilizar un limpiador de vidrios con un paño suave. Este tipo de productos son de fácil acceso y por ello pueden ser destinados a la limpieza diaria del espejo del baño.
Suele decirse que las toallas de papel son buenas para este tipo de espejos pero lo real es que dejan trozos de pelusa a su paso y ello ensucia más la superficie. En caso de que tengamos espejos con marco es importante pasar el paño de forma que vaya en el sentido de las agujas del reloj para así eliminar el polvo que pudiera haber quedado en el borde interior y además no esparcirlo por el resto del espejo.
Espejos en salas

Los espejos en las salas suelen ser depositarios de grandes cantidades de polvo. Basta con ver a través de la luz cuantas partículas y suciedad ronda en la sala debido al alto tránsito para suponer que los espejos no podrán mantenerse limpios por mucho tiempo.
En este caso la limpieza es preferible realizarla con un producto para vidrios y un paño anti-estática como los que se suelen usar para limpiar anteojos ya que estos ayudan a eliminar el polvo. Si el espejo es muy grande es mejor limpiar de arriba hacia abajo para así acumular el polvo en la zona más accesible y eliminarlo más fácilmente.
Espejos en cocinas

Los espejos también son utilizados en las cocinas para adornar y para ampliar el espacio, y estar ubicados en esta zona tan propensa a la suciedad los vuelve objetos que tenemos que limpiar con frecuencia.
La grasa que encontramos en la cocina se adhiere al espejo como a un imán. Por este motivo la limpieza de los espejos de la cocina se debe hacer de manera diaria y con grandes cantidades de producto para vidrios o incluso antigrasas. Una solución de vinagre y agua también funciona a la hora de desengrasar y cuanto más frecuentemente se aplique, mejor.
Otras suciedades
En ocasiones los espejos se manchan y la suciedad no se puede quitar con un limpiador de vidrios. Un caso común son las salpicaduras de pintura y marcas de cinta adhesiva. Para quitar estas manchas lo más eficaz es tomar una hoja de afeitar afilada y raspar la sustancia por completo hasta eliminarla.
Colocando los espejos en los lugares adecuados y manteniéndolos limpios en la medida de lo posible, podremos utilizarlos para darle estilo al hogar y para volverlo más luminoso y ameno.



