Luego de unos días inolvidables tendrás que acondicionar todos los elementos utilizados en la acampada. Antes de guardarlos, es conveniente que estén limpios para evitar que se deterioren, por eso te explicamos cómo lavar una mochila de campamento.
Cómo lavar una mochila de campamento

Sobre todo si tienes una mochila de calidad, que te resulta útil y cómoda, no querrás que se llene de moho y pulgas, así que sigue éstos consejos.
5 pasos para lavar una mochila de campamento
Paso 1
En primer lugar examina toda la mochila, es probable que tenga manchas que ni siquiera habías notado; desde savia de algún árbol hasta grasa u otras. De ser así toma un paño húmedo y añade unas gotas de detergente suave, límpialas frotando para quitar la mayor parte que sea posible.
En caso de que puedas darte cuenta en el momento en que se produce la mancha, es mejor que la limpies en el acto.
Paso 2
Para que tu mochila de campamento quede bien limpia, lo ideal es que la desmontes por completo; es decir, todo aquello que pueda desprenderse como por ejemplo, cintas, bolsillos y accesorios adicionales.
Comienza por cepillar o aspirar toda la superficie, luego con un paño limpio y húmedo y unas gotas de jabón suave limpia todo su interior y exterior. Es mejor que no utilices productos químicos, ya que podrían decolorar la tela o bien dejarla más frágil y propensa a las roturas.

Paso 3
Ayúdate con un cepillo de dientes para limpiar a fondo esquinas y rendijas, también puedes usarlo para los cierres. Para éstos, es conveniente aplicar un spray de silicona líquida o bien de algún lubricante para evitar que se oxiden o traben luego de un tiempo sin utilizarlos.
Paso 4
Para concluir con el lavado de tu mochila de campamento, sumérgela en una bañera para quitar todos los restos de jabón y posible suciedad que todavía tenga adherida. Déjala unos minutos para luego retirarla y colgarla boca abajo al aire libre. También puedes lavarla con la manguera en el jardín.
Antes de guardar una mochila de campamento, tienes que asegurarte de que esta bien seca, por eso es recomendable que la dejes secar por lo menos durante 3 días.
Puedes probar de lavar la mochila en una lavadora; de todas formas lee las instrucciones en la etiqueta antes. Generalmente es mejor hacerlo a mano para evitar que se arruine. Si tu mochila está demasiado sucia y tiene manchas que no salen y crees que ya no volverás a utilizarla por el estado en que se encuentra, no pierdes nada con probar metiéndola en la lavadora.
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