Al fin: Meghan Markle se arriesga con un vestido amarillo (y sus fans celebran la elección)
Después de su boda con el príncipe Harry, la duquesa de Sussex había optado por un 'look' sobrio y sin grandes matices; sin embargo, este jueves salió de su residencia en el Palacio de Kensington enfundada en un color básico y brillante.
La flamante duquesa de Sussex parecía
llevar siempre un uniforme desde que se casó con el
príncipe Harry, el pasado 19 de mayo: tonos pálidos,
especialmente rosados, conjuntos de dos piezas reales o simuladas con botonadura al frente.
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Algunos observadores ya comentaban que la nueva 'royal' estaba abandonando su estilo propio y que la domesticaba el estricto protocolo de la realeza británica, que exige que use
medias de nylon cuando acude a eventos reales o donde está presente la
reina Isabel II.
Getty Images/Anthony Devlin
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Pero
Meghan Markle sorprendió este 5 de julio en la recepción juvenil de la
Commonwealth, de la que ambos duques son ahora comisarios, con un vestido midi amarillo de
Brandon Maxwell que ha deslumbrado a sus fans y a los seguidores de la moda.
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La pieza sigue siendo de
líneas discretas y corte recto que cubre las rodillas. Y aunque no hay mucho riesgo en cuanto a simetría del vestido, finalmente la nueva integrante de la familia real británica logró resaltar al elegir un color mucho
más vivo y llamativo.
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Aunque abandonó los tonos sobrios, la exactriz sorprendió por
la timidez de los accesorios y el cabello. Para la ocasión, llevó su larga cabellera en un
sencillo recogido en la nuca, zapatos color nude y nada de joyería. Así que toda la atención se centró en el
vestido amarillo, un color que se asocia con
la felicidad, la alegría y el optimismo.
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No solo utilizó un color que algunos medios señalaron que era
casi tan estridente como el gentío que aglomeró a ver la pareja real, sino que Meghan Markle volvió a
mostrar sus hombros en un evento oficial.
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Como ha pasado antes, la pieza se agotó de inmediato en algunas tiendas online, pero todavía estaba disponible en
Net-A-Porter a un costo de
598 dólares, un precio relativamente modesto en comparación con sus otras elecciones, que sumaron
un millones de dólares en nueve meses.
Getty Images/Yui Mok
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El príncipe Harry tampoco pasó debajo del radar. La revista
Vanidades, por ejemplo, comentó que lució guapísimo con un
traje azul marino, combinado con una
corbata verde oliva.
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Durante el evento, el
príncipe Harry y su esposa se mostraron relajados. Caminaron tomados de la mano y, en ocasiones, conversaron con esa cercanía y complicidad de los enamorados. Claro, la reina
Isabel II no estaba presente.
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La ausencia de los 'royals' adultos le imprimió a la ceremonia un aire de informalidad. Aunque el príncipe ofreció su mensaje desde un podio, en algunos momentos de la actividad se dirigió al público con las piernas extendidas y con su mayor fanática al lado.
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"Meghan y yo estamos muy emocionados de conocerlos. Ustedes representan el futuro de la Commonwealth", afirmó el príncipe en su mensaje durante un evento oficial donde la pareja conversó animadamente con los invitados.
Getty Images/Yui Mok
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Cuando la reina Isabel II está presente, no hay espacio para las
muestras de afecto o la informalidad. Todo es protocolo y rigor. La formalidad es tal que la semana pasada circuló por las redes sociales un video donde algunos aseguraban que se veía al príncipe
Harry rechazando la mano de Meghan Markle cuando salían de un evento presidido por su abuela.
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Pero en esta ocasión predominaron las sonrisas y las expresiones espontáneas. Nadie habló de trangresiones al estricto protocolo real.