Tal vez sea hora que cambies tu contraseña... te lo decimos por tu bien

Cuando nos registramos en algún sitio o servicio online, sabemos que (si el sitio es medianamente seguro) sí o sí debemos hacernos con una contraseña... O " password". ¿Cuáles son las condiciones para ella? Básicamente, poder acordarnos de ella la próxima vez que la necesitemos.

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Hoy en día, algunos sitios nos fuerzan a cumplir con cierta cantidad de caracteres, o crear una combinación de letras y números. Todo ello como forma de reforzar nuestra propia seguridad... Aunque bueno, somos nosotros mismos quienes atentamos contra ello.

Las contraseñas más estúpidas y fáciles siguen siendo las preferidas

Lamentablemente, el usuario promedio cae en la tentación y la sencillez de usar la misma contraseña para todos sus sitios, yendo desde el correo electrónico hasta nuestras cuentas de redes sociales, crédito online, etc. ¿Y cuál es el problema con eso? Que si alguien descubre nuestra contraseña, tendrá acceso a toda nuestra información online.

Otros usuarios, sabiendo esto, solemos tener diferentes contraseñas... Que a veces nos lleva a mensajes de error, sin mayor complicación que intentar nuevamente con otra de nuestras opciones. Pero de nuevo, lo más recomendable sigue siendo tener una contraseña diferente y compleja para cada sitio.

Si sigues leyendo esto, seguro te sientes mínimamente identificado, y eso de "contraseñas estúpidas y fáciles" tal vez te sonó ofensivo. Lamentablemente, "es por tu propio bien", y lo confirman datos oficiales... Revelados por SplashData en base a sitios hackeados cuyas contraseñas fueron publicadas.

Es así que entre las contraseñas más populares encontramos ejemplos como "123456", "password", "qwerty" o "abc123"... Sumándose a las fechas de nacimiento, nombres de familiares o mascotas, equipo deportivo, número de documento, y demás datos fácilmente detectables, mediante ingeniería social (lo que básicamente supone entablar una charla con la víctima, llevando el diálogo hacia ciertos tópicos de donde se podría adivinar la contraseña sin demostrar malicia, como por ejemplo mediante el " ¡qué hermoso es tu perro! ¿cómo se llama?".

Si te encuentras entre los usuarios que aún utilizan este tipo de contraseñas, te aclaramos que el pensamiento " es tan fácil que nunca lo sospecharían" no se aplica para nada a estos casos, y que si tus contraseñas se encuentran entre lo comentado (o son fáciles de descubrir), no pierdas más tiempo y las cambies por algo mucho más complejo pero fácil de recordar.

Este tipo de recomendaciones nunca están de más... Aunque parece que desde hace años, estas contraseñas siguen siendo la tendencia. ¿Te sientes seguro con tu password?