Misterio resuelto: Meghan nos deslumbró con una tiara que estuvo guardada por más de medio siglo
Como si fuera una princesa en un cuento de hadas (esperan, ¡sí lo es!), Meghan Markle hizo su triunfal entrada a la Capilla de San Jorge y por supuesto acaparó todas las miradas en el día más importante de su vida y la del príncipe Harry.
No sólo su angelical vestido arrancó suspiros y sonrisas, también su preciosa tiara provocó reacciones de admiración. Pero no sólo entre los presentes, seguro también en todos los espectadores que alrededor del mundo están pendientes de tan importante evento.
La ahora duquesa de Sussex portó una tiara de filigrana, la cual perteneció a la Reina María de Teck (abuela de la reina Isabel II). Curiosamente, esta pieza ha sido lucida en pocos eventos públicos, por lo que se le considera muy especial. De hecho, había permanecido guardada desde la muerte de la Reina Mary, en 1953, por lo que supone un gran honor para la ahora esposa de Harry llevarla.
Esta preciosa tiara está hecha en platino y diamantes. En el centro se destaca un diamante de tamaño más grande, el cual en un principio formaba parte de un broche que le fue obsequiado a la Reina María en su boda con el príncipe Jorge (1893). Tiempo después, en 1932, pidió al joyero real que dicho diamante se empleara para confeccionar la famosa tiara.
La filigrana es una técnica de orfebrería que consiste en fabricar hilos muy finos de oro o plata y entretejerlos para formar bellos patrones en la pieza de joyería, similares a un encaje. Dado que los hilos metálicos son muy delgados, el producto final tiene la cualidad de ser ligero y muy vistoso.
De acuerdo con un comunicado de la Casa Real: «El bandeau, que está hecho de diamantes y platino, está formado como una banda flexible de once secciones, perforado con óvalos entrelazados y pavé con diamantes brillantes grandes y pequeños. El centro está configurado con un broche desmontable de diez brillantes diamantes».
Además, tanto la tiara como el velo tienen un bello mensaje. El Palacio de Kensington informó que Meghan quiso llevar a los 53 países de la Commonwealth durante la importante ceremonia. «La familia de naciones del Commonwealth, de la que Su Majestad la Reina es cabeza, será una parte central de la obra oficial del príncipe Harry y la señorita Markle después de la designación de Su Alteza Real como Embajadora de la Juventud de la Commonwealth».
El protocolo marca que las futuras novias no pueden disponer del joyero real hasta el día de su boda. A partir de ese momento tienen acceso al ajuar de tiaras, collares y pendientes de la corona británica (que por cierto está custodiada en la Torre de Londres, por su gran valor).
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