Esto es lo que piensas cuando todos tus amigos ya trabajan y tú... tienes salud

Sales de la universidad y el mundo explota en mil pedazos. La mayoría de tus amigos están perdidos porque no saben qué harán con sus vidas, y está bien, porque tú tampoco sabes.

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Pero todo cambia el día en el que uno de tus amigos encuentra trabajo. Y luego tu otro amigo, y después el otro. Al final, quedas tú.

Ahora tus planes para salir son sólo en fines de semana y tienes que malabarear entre tus compañeros porque sólo pueden salir esos días. A veces te proponen ir a lugares un poco más caros y lo piensas, porque todavía tienes que pedirle dinero a tus papás.

Si ya saliste de esa etapa: ¡Felicidades! ¿Viste cómo sí se pudo?

Y si no, no te preocupes. Todos hemos pasado por ese momento y nos solidarizamos contigo con esta lista de las 5 cosas que piensas cuando tus amigos ya tienen trabajo y tú no:

#1 "¡Felicidades! (Pero qué envidia)"

A veces no nos gusta admitir que nuestros amigos nos despiertan envidia, pero es normal. Tranquilo, joven padawan. A todos nos llega nuestro momento.

#2 "Soy un bueno para nada, ojalá hubiera nacido muerto"

Cuando las cosas no van de acuerdo a tu plan, sientes que estás maldito y la vida te odia tanto que ni limones te da. Recuerda que el desempleo no es sólo tu culpa. Tal vez debas pulir algunos detalles en tu currículum o tomar algún curso, pero vamos, terminaste la universidad. ¡No eres un bueno para nada!

#3 "Mejor hubiera estudiado otra carrera"

El pasto siempre es más verde en el jardín ajeno. En tu desesperanza, puede que pienses que encontrarías un trabajo mejor y más rápido si tal vez hubieras estudiado tu otra opción.

"Mejor hubiera sido contador. ¿Por qué tantos estudian Comunicación?".

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#4 "¿Y si SÍ estudio otra carrera?"

La idea de ser estudiante por siempre trata de seducirte, hasta que recuerdas que alguien deberá pagar por esa educación.

#5 "Cuando tenga trabajo, me voy a comprar TODAS ESTAS COSAS QUE NO NECESITO"

Tal vez no es el método de motivación que encontrarás en los libros felices de autoayuda, pero si te sirve soñar con el día en el que te compres una hoverboard, adelante.

Cuando te ganes tu primer sueldo podrás irte rodando a tu trabajo y finalmente te sentirás como el rey del mundo.

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