A los 45 años, una simple curita lo emocionó hasta las lágrimas: la razón detrás

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Una situación que podría parecer tan normal como colocarse una curita para cubrir una herida, para un hombre de 45 años fue un hecho sumamente emocionante, ya que, por primera vez, encontró un vendaje con el tono de su piel.

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Dominique Apollon, vicepresidente de investigación en Race Forward, una organización sin fines de lucro que crea conciencia sobre la justicia racial, compartió en su cuenta de Twitter:

«Me ha costado 45 viajes alrededor del sol, pero por primera vez en mi vida sé lo que se siente tener una 'curita' en mi propio tono de piel. Apenas se puede ver en la primera imagen. De verdad estoy conteniendo las lágrimas».

La publicación se hizo viral en todo el mundo, superó los más de 95 mil RTs y nos lleva a reflexionar acerca de que simples productos cotidianos como lo es en este caso, una curita, pueden tener un efecto profundo en temas tan complejos como lo es el racismo.

«Esto se sintió como pertenecer. Como sentirse valorado. Tristeza para mi yo más joven y millones de niños de color, especialmente niños negros. Como un recordatorio de innumerables espacios donde mi piel aún no es bienvenida. Teniendo miedo. Siendo odiado. Preguntándome: '¿Por qué realmente estoy pensando en todo esto acerca de una curita curiosa?'» escribió Apollon en otro tuit.

«Color piel» y exclusión

El color estándar de productos «color piel» que encontramos en lápices, crayones, medias, ropa interior y curitas, los tenemos completamente naturalizado desde la infancia, pero ¿qué se produce en la psiquis de los niños cuando crecen creyendo que el color «natural» de la piel es el blanco o rosado?

La existencia de este color estándar para representar la piel, lo cierto es que se ajusta a un patrón de exclusión. Incluso en la actualidad es difícil encontrar muñecas con tonos de piel negra o marrón, evidenciando que los juguetes no siempre reflejan la diversidad cultural, étnica y racial que es propia de nuestro mundo.

Apollon al colocarse una curita de su tono de piel recién a los 45 años, no solo se emocionó hasta las lágrimas, sino que se sintió aceptado. ¿Y si existieran productos que abarquen más tonos de piel? ¿Y si existiera mayor diversidad? ¿Más inclusión?

No existe un único tono de piel, por lo que es esencial inculcar a los niños y niñas los valores de la solidaridad, la igualdad, y el respeto para que sean adultos tolerantes, que valoren la diversidad y tengan la iniciativa de ayudar a derribar todo tipo de estereotipos racistas.

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