Game of Thrones: la guardia de la noche y del muro [Crítica 4x09]

La tradición indica que conviene prepararse anímica y psicológicamente para el anteúltimo capítulo de cada temporada de Game of Thrones, porque en él suele haber uno de esos acontecimientos shockeantes, de esos que cambian por completo la trama y el futuro de la serie y nos dejan al borde de la silla.

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Este episodio, titulado The Watchers on the Wall, estuvo muy lejos de tener un acontecimiento tan importante como la muerte de Ned Stark (1x09), la definitoria Batalla de Aguasnegras (2x09) o la Boda Roja (3x09), pero sí se puede ubicar entre los episodios más impresionantes de toda la serie en lo que respecta a su esplendor visual y a la intensa acción que presenta.

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El director de este episodio fue Neil Marshall, el mismo director del episodio Blackwater, y son sin dudas dos de los episodios en los que más se puede apreciar los méritos de detrás de cámaras. 

Defensa y contraataque

Los dos episodios comparten el hecho de estar centrados en una sola línea argumental, de todas las de la serie (son atípicos en ese sentido; en éste capítulo aparecen sólo 5 de los casi 30 personajes regulares), y en una batalla en particular. Las dos batallas también tienen algo en común, con un invasor y un defensor, y con éste último eventualmente triunfando.

Pero la batalla que dio la Guardia de la Noche fue mucho más heroica.

Imagen HBO

No sólo tenían diez veces menos hombres para defender el muro, sino que los que se aprontaban para invadirlos son los que poseen el intimidante nombre de Salvajes, parte de ellos son caníbales que se comen a los hombres que asesinan y, además, vienen con gigantes y mamuts. Y no es que vengan los gigantes y los mamuts por separado. No, ¡viene un gigante cabalgando un mamut!

Pero del lado de la defensa tenemos al comandante (Ser Alliser) que no cree en esas "historias para niños" y que, a diferencia de otros líderes que tienden al villanismo (Joffrey en Blackwater), demuestra un enorme valor para la batalla y un gran sentido de liderazgo, y uno agradece que esté del lado de los más o menos buenos.

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También tenemos a Jon Snow, naturalmente, que se hace cargo de la situación cuando el comandante debe defender una de las puertas de Castillo Negro; tenemos a Sam Tarly, un hombre que ha aprendido del mejor y que, a pesar de que no oculta el miedo y sus escasas habilidades para el combate, todavía puede pensar claramente bajo la presión de la batalla; tenemos a Fantasma, el lobo huargo de Jon Snow; y tenemos incluso al pequeño Olly, que resultará crucial. 

No hay nada demasiado original en el hecho de que el factor más inesperado (el indefenso niño) sea el que eventualmente salve al héroe, gracias a un momento de duda (¿amor?) del enemigo, pero era uno de los momentos más esperados del episodio y toda esta secuencia no defraudó. Le dimos la despedida a Ygritte, un personaje fascinante y complejo, cuyas últimas palabras no podían ser otras que “No sabes nada, Jon Snow”.

Imagen HBO

Hay algo inherentemente atrapante en el hecho de ver cómo un lugar seguro e impenetrable como Castillo Negro (o antes Desembarco del Rey) es atacado por un ejército feroz, amenazante y casi imbatible, es la apelación a un miedo básico y elemental que tiene, como contrapartida y como recompensa, la satisfacción de ver a la defensa funcionar.

Los tanques lanzados muro abajo, las flechas incendiadas, y después la enorme guadaña que arrasó con los Salvajes que intentaban escalar el muro, terminaron por sellar un episodio magnífico, cargado de acción y de tensión y que da una pequeña pero alentadora victoria a la Guardia de la Noche. 

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Otras observaciones:

  • Indirectamente, es obvio que el que le salvó la vida a Jon fue Sam. Pero además, aunque nadie hubiera apostado por Sam y todos lo hubieran dado por muerto antes de la batalla, fue él también el que asesinó a uno de los más temibles Thenn.
  • Gilly y su bebé probablemente no recuerden la última vez que sus vidas no corrieron peligro.
  • “Miles de libros y sin ojos para leerlos. La vejez es una maravillosa fuente de ironías”. Un borgiano Maester Aemon.
  • –"Sam, creo que vamos a morir". –"Si sigues fallando lo haremos".
  • –"Le di a uno en el corazón. Está muerto". –"¡Vaya! ¿Ya se acabó?". –"No". –"Bueno, entonces..."
  • Nadie querría estar en el lugar de Grenn y sus cinco hombres que defendieron la puerta interior del castillo de un gigante. Desde aquí el sentido homenaje a esos valientes. QEPD.
  • Tal vez con todo el fragor de la batalla lo olvidaron, pero la semana que viene tendremos el final de la temporada 4 de Game of Thrones y todavía nos resta conocer el (aparentemente) trágico destino de Tyrion Lannister, entre muchas otras cosas.