El palacio de Isabel II sí fue invadido por un hombre pero 'The Crown' no contó bien la historia

Temporada tras temporada, The Crown es una de las series que cautiva a sus espectadores con enredos políticos y familiares.

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No sólo retrata hechos históricos conocidos por la mayoría de las personas, también revela otros tantos que han permanecido ocultos.

Su cuarta temporada está dando mucho de qué hablar, ya que toca la delicada y compleja relación entre el príncipe Carlos y Lady Di.

Sin embargo, también está llena de eventos históricos como el atentado del IRA (Irish Republican Army) contra Lord Mountbatten, así como el incidente en el que un hombre burló la seguridad del Palacio de Buckingham.

Este suceso se relata en el capítulo 5 de de la serie, llamado simplemente 'Fagan'.

Fuera de Inglaterra este nombre no tiene mucho significado, pero en aquel país representa a uno de los pocos hombres que ha visitado a la reina sin invitación.

Todo sucedió en el verano de 1982, cuando Michael Fagan, un pintor irlandés de 30 años, se encontraba en un momento difícil de su vida: estaba desempleado y su esposa, junto con sus hijos, lo habían abandonado.

A diferencia de lo que se retrata en The Crown, el hombre no quería hablar con la reina Isabel II sobre la difícil situación que vivía el país.

Según confesó él mismo en una entrevista en el 2012, sus motivos fueron más sencillos: estaba drogado cuando lo hizo.

«Olvidé que solo debes comer unos cuantos. Dos años después, seguía bajando de mi viaje. Estuve drogado por los hongos un buen rato».

Otro elemento que la serie no incluyó en su historia es que Michael Fagan en realidad entró dos veces al Palacio de Buckingham.

En la primera (ocurrida el 8 de junio de 1982) dejó un mal “recuerdo” de su visita a los famosos y queridos corgis de la realeza. En la segunda ocasión fue cuando pudo llegar hasta el cuarto de la reina.

La primera ocasión que Fagan vulneró la seguridad del palacio fue muy sencillo: una de las ventanas de las habitaciones del personal estaba abierta.

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Según contó, él no quería visitar a ningún miembro de la realeza, ni causar tanto escándalo: solo buscaba el baño.

«Encontré habitaciones que decían 'Habitación de Diana', 'Habitación de Carlos', todas tenían nombres. Pero no pude encontrar una puerta que dijera 'WC' . Todo lo que encontré fueron algunos contenedores con 'Corgi Food' escrito en ellos. Me estaba rompiendo el cuello para ir al baño. ¿Qué debo hacer? ¿Orinar en la alfombra? Así que tuve que orinar en la comida del corgi».
Imagen Getty Images

Sin embargo, no solo fueron los perros de la familia real los que sufrieron las consecuencias de esa “visita”.

De acuerdo con Michael Fagan, entró al cuarto del príncipe Carlos y tomó un vino del estante, aunque no le pareció de gran calidad. De hecho, dijo que era un californiano barato.

La segunda vez en la que entró al Palacio fue la más escandalosa y, al parecer, mejor planeada. Ocurrió la mañana del 9 de julio de 1982, justo a la hora de cambio de personal.

Logró su hazaña al escalar la reja cerca de la entrada del embajador, donde volvió a ver una ventana abierta, la cual lo llevó a la sala de colección de sellos del rey Jorge V.

Esta vez sí sonó la alarma de seguridad. De hecho lo hizo dos veces, pero los agentes de la guardia pensaron que se trataba de un corto circuito y la apagaron.

Esto le dio a Michael Fagan la oportunidad de seguir explorando el palacio. Conforme avanzaba para ver los cuadros y pinturas de las paredes, llegó hasta la habitación de la reina.

Imagen thinkstock

Previamente, encontró un cenicero de cristal y lo rompió, pues había planeado cortarse las venas con él enfrente de la monarca.

Cuando entró a su cuarto, abrió las cortinas para despertarla y ella, al darse cuenta de que no era uno de sus empleados, activó la alarma y llamó a la policía.

De acuerdo con Michael, su charla no fue como en The Crown. La reina Isabel II solo corrió hacia la puerta de su cuarto, huyendo de él y de cualquier conversación que pudiera surgir.

¿Lo más sorprendente de su caso? No pisó la cárcel por este evento, ya que el allanamiento de morada no estaba tipificado como delito en ese entonces.

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El único cargo que se le imputó fue el de haberse tomado el vino del príncipe Carlos, pero un tribunal lo absolvió.

La única consecuencia de su “aventura” fue que terminó en un hospital psiquiátrico por unos meses.

Después de eso, ha tenido algunos altercados con la policía y ha sido detenido en algunas ocasiones, pero nada realmente grave.

¿Conocías esta historia? ¿Qué te parece la adaptación que hizo la serie?

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