Dinosaurios era tan buena que jamás será igualada: 5 razones para volver a verla

¡No la mamá, no la mamá!

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Ay, cómo olvidar al pequeño bebé Sinclair, el dinosaurio más pequeño de la manada quien, sartén en mano, golpeaba despiadadamente a su papá en la cabeza para hacernos morir de risa.

Imagen ABC

Ese pequeño personaje se robaba en show en cada episodio de Dinosaurios, una sitcom que duró cuatro temporadas y que era un reflejo de la entonces sociedad de la época. Al mismo tiempo, sirvió para dar algunas lecciones y cerró con un final que aún nos mantiene perplejos.

Dinosaurios fue una de esas obras inolvidables de la televisión; algo que no ha podido ser replicado y que las nuevas generaciones deberían ver cuando menos, en una repetición. ¿Por qué? Aquí te damos algunas razones.

#1 Una familia típicamente atípica

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Earl, Fran, Robbie, Charlene y el bebé fueron el ejemplo ideal de una familia nuclear, aunque presentada en un formato que podía ser disfrutado por niños y adultos.

Se trata de un grupo de dinosaurios que vivían como humanos: Earl era el padre obrero, Fran la típica ama de casa y los niños, un par de estudiantes.

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A pesar de vivir en una época cavernaria, disfrutaban de electrodomésticos modernos y narraban situaciones con las que cualquier familia podía identificarse.

#2 Es un prodigio de la técnica

No solo hablamos de un buen show, sino de uno que merece una ovación de pie. Cuando se dio el visto bueno para su producción, los encargados de la misma tuvieron que correr y construir los primeros 10 personajes de la serie. «No era posible, pero hicimos lo mejor que pudimos», recuerda un miembro del equipo. Aquella obra, aunque no maestra, fue bien recibida por la audiencia.

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#3 Uno de los mejores padres de la televisión

Aunque se trata de un megalosaurio (un dinosaurio bastante temible), Earl es uno de los padres más maravillosos de la televisión. En lugar de hacer a un lado al bebé Sinclair, lo mantiene sobre él y le da amor, al igual que al resto de sus hijos.

#4 El bebé que se robó nuestro corazón

Pero si hubo un personaje que supo robarse el show fue el bebé Sinclair. Con sus frases pegadizas «no la mamá» y «soy el bebé, tienes que amarme», además de su divertida actitud, el pequeñito nos sacaba risas sin parar. De hecho, se creó una canción en su honor para el soundtrack Big Songs. Fue escrita por el actor que interpretaba a Earl y se presentó al final de la tercera temporada.

#5 Nos traumatizó

Dinosaurios fue una de las primeras series que logró traumatizarnos. Su final fue muy acorde con la vida de los primeros habitantes de la tierra: la compañía para la que trabajaba Earl causaba problemas en el ecosistema e, intentando apalearlos, llevó a toda la Tierra a la era del hielo. Aquel capítulo lleno de una verdad, aunque en ficción, fue un despertar para una generación. Podemos reír, pero siempre hay cabida para la seriedad.

¿Eras amante de Dinosaurios? ¿Volverías a ver esta amada comedia?

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