Las semillas de sésamo son semillas maravillosas. Son semillas oleaginosas que contienen un 85 % de ácidos grasos insaturados, un 22 % de proteínas ricas en aminoácidos esenciales y un 5 % de minerales.
Receta Básica de Pan Integral, con mucho sésamo

Son totalmente maravillosas: proveen calcio de fácil absorción, fósforo, vitaminas B3 y vitamina E (un antioxidante natural). Aportan lecitina (una grasa fosforada que funciona como un gran nutriente de las células cerebrales y los nervios ópticos) y ácidos grasos (que mantienen fluida la sangre y ayudan a disolver el colesterol malo).
Existen varias variedades de plantas de sésamo, algunas dan semillas más claras, más amarillas, rosadas, castañas o negras. Lo ideal es consumirlas crudas y molidas, o en su excepción levemente tostadas, para evitar que los ácidos grasos de la misma se alteren por efecto del calor. Molidas las semillas logran una mejor absorción, ya que es más fácil masticarlas hasta convertirlas en un fino polvo. Sin triturarlas, no logramos asimilarlas bien y las terminamos eliminando con la materia fecal.
Una vez molidas, las semillas de sésamo deben consumirse en el día o a lo sumo en dos a tres días. Mucho más tiempo no es indicado, ya que se tratan de un producto de fácil oxidación. Por sus grandes nutrientes, las semillas de sésamo son energizantes y defatigantes ideales. Son un excelente preventivo en casos de agotamiento mental y agotamiento nervioso, el mejor preventivo de la osteoporosis. Es beneficioso para favorecer la oxigenación cerebral y fluidificar la sangre, siendo un preventivo de la arterioesclerosis.
¿Pero algo tan maravilloso, como lo podemos comer? Quizas ustedes tengan sus propias sugerencias. La mía hoy, es Pan Integral
Receta Básica de Pan Integral
Ingredientes:
2 tazas de Harina integral superfina,
½ cucharada sopera de gluten puro,
2 cucharadas soperas de germen de trigo natural,
3 cucharadas soperas de aceite de primera presión en frío: girasol u oliva,
1 cucharadita de té de Levadura deshidratada,
½ cucharadita de sal marina gruesa disuelta en ½ taza de Agua tibia (salmuera),
agua tibia extra,
1 cucharada de Salsa de soja para pincelarlo,
2 cucharadas de semillas de sésamo (u otra semilla oleaginosa) a gusto para espolvorearlo.
Método:
Preparar la salmuera, y cuando esté tibia agregarle el aceite. Mezclar todos los ingredientes sólidos, incluida la levadura. A estos incorporarle los líquidos y mezclar suavemente hasta obtener una masa que se desprenda del bol y no se adhiera a las manos. De ser necesario, agregar más agua. Tapar la masa y dejar descansar en un sitio tibio hasta que duplique su volumen (mínimo de 1 a 2 horas).
Volver a amasar suavemente. Colocar sobre una superficie enharinada, aplanar con la palma de la mano y arrollar dándole la forma de Pan. Colocar en un molde previamente enmantecado, hacer los cortes con un cuchillo o tijera, pincelar con la salsa de soja y espolvorear con alguna semilla. Dejar descansar en el horno, con este apagado; encender este al mínimo o a la temperatura más baja que el horno acepte. Hornear todo el tiempo a la misma temperatura. Demora aproximadamente 1 hora. Retirar del horno, desmoldar y cubrir con un liencillo para que conserve la humedad.
Se pueden incorporar a la masa 3 cucharadas soperas de semillas oleaginosas: sésamo integral, lino, alfalfa, kummel, anís, amapola, etc.
Las personas hipertensas deben evitar la salmuera y usar 11/2 cucharada de levadura de cerveza. Es ideal utilizar en la masa semillas de amapola.
Este pan, bien tapado, dura 3 o 4 días fuera de la heladera en invierno y 15 días en la heladera. En verano al segundo día guardarlo en la heladera.
Lo ideal es utilizar 8 tazas de harina y realizar 4 panes. Después, colocarlos en el freezer para tener el pan siempre disponible. Retirar del freezer y dejar fuera del frío hasta que se descongele. No utilizar microondas.
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